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Desde el pasado 7 de agosto, el presidente Gustavo Petro fijó una serie de lineamientos encaminados a la 'transformación' del seno de la fuerza pública y de su misionalidad, de allí que la nueva política a seguir sea la de 'cero corrupción y cero violaciones a los derechos humanos', bajo el enfoque de paz que han regido las primeras acciones del gobierno entrante.

Esas directrices quedaron marcadas el pasado viernes 12 de agosto cuando el jefe de Estado nombró a la nueva cúpula militar y les dio el nuevo mandato de 'quedar a disposición de la sociedad colombiana, a disposición de la paz y de los derechos de toda la ciudadanía'.

Un día antes al nombramiento, desde la cuenta de Twitter del presidente se dijo: 'Hoy nace la política integral de seguridad humana por la paz y la defensa de la vida en los territorios. Un compromiso del presidente Gustavo Petro para dar solución a los problemas de violencia a través de una articulación de diversas entidades del Estado'.

Sin embargo, en su discurso de posesión, Petro detalló un poco más lo que sería 'una nueva ética social indestructible' en la que los uniformados también cooperarían en la realización de trabajos civiles de cara a las comunidades.

'Volveremos a construir distritos de riego con el Ejército y casas campesinas y caminos vecinales con los soldados de la patria. Ejército, sociedad y producción pueden unirse en una nueva ética social indestructible. Los helicópteros y los aviones, las fragatas no solo sirven para bombardear o disparar, también sirven para crear la primera infraestructura de la salud preventiva del pueblo colombiano', dijo el presidente en su discurso.