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La actual ola de inseguridad por la que atraviesa Barranquilla, –y su área metropolitana– la han situado dentro de los territorios priorizados con 'emergencia humanitaria' para la realización de los Puestos de Mando Unificados por la Vida con el fin de enfrentar este tipo de riesgos.

Estos PMU se vislumbran como escenarios de diálogos donde las autoridades locales convoquen a la fuerza pública, entidades del Estado y sociedad civil para leer y analizar los riesgos que permitirán tomar decisiones inmediatas para prevenir los hechos de violencia que se vienen registrando en la ciudad.

Se contempla que de manera semanal se le puedan hacer seguimientos a las acciones, pero también abrir espacios para que las autoridades conozcan de boca de las comunidades lo que ocurre en sus espacios y, por otra parte, hacer seguimiento a las estrategias emprendidas que se medirán a partir de la disminución de las acciones criminales y de violencia.

Estos encuentros periódicos se contemplan sean de carácter descentralizado, dentro de lo establecido por la ley, pues el alcalde podrá convocar a las unidades de Ejército y de fuerza pública para actuar de inmediato, no de forma militar, sino humanitaria.