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En una emotiva y esperada resolución de un caso que mantuvo en vilo a una familia en Caquetá durante dos décadas, la Justicia Especial para la Paz (JEP) hizo entrega de los restos de un niño víctima de desaparición forzada. El menor, quien fue visto por última vez en septiembre del año 2000, cuando desapareció después de salir a jugar con un grupo de amigos, finalmente ha regresado a su hogar en forma de dolorosos recuerdos.