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La ciudad de Medellín, conocida por su encanto y belleza turística, se convirtió en el escenario de un intrigante escándalo protagonizado por Fereidoun Khalilian, un impostor que se hacía pasar por un príncipe árabe. Este individuo, cuya farsa involucró a la Policía, políticos y empresarios locales, logró vivir una vida de opulencia, llevando a cabo un engaño que abarca desde la alta sociedad hasta las fuerzas del orden.