Enilce López, más conocida como La Gata, llegó a controlar los juegos de azar y las apuestas en la Región Caribe. Fue condenada a 37 años de prisión por homicidio agravado, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
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Si bien pasó nueve meses en la cárcel el Buen Pastor en Bogotá, sus problemas de salud impidieron que cumpliera su condena en centro carcelario y falleció en horas de la noche del sábado 13 de enero en una clínica de Barranquilla.
Su paso por distintas clínicas del país estuvo marcado por polémicos lujos que en su momento dio a conocer EL HERALDO.
En 2018, este medio reveló que hubo varios elementos llamativos en las habitaciones que usaron tanto la condenada exempresaria como sus escoltas desde enero de 2014 y durante cuatro años. Había una puerta blindada de hierro que solo se abría desde la parte interior, un somier, una nevera, un televisor y un modem.
López, además, mandó a construir un jardín en la clínica, por donde ella daba su caminata matutina diaria. En su momento, fuentes de Medicina Legal le dijeron a EL HERALDO que la condenada exempresaria podía caminar perfectamente y que sus aparentes dolencias de salud no le impedían dar la caminata.
En ese momento el Inpec le dijo a este medio que por esos lujos que pudo haber tenido López debe responder la clínica, pues la Fiduprevisora, ente encargado de manejar los recursos de la atención médica de la población privada de la libertad, solo corrió con los gastos de la atención en salud básica, como es deber estatal.
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La puerta blindada la había mandado a instalar en julio de 2015, con el visto bueno del Inpec, luego de que su defensa así lo solicitara ante las supuestas amenazas contra La Gata.
EL HERALDO preguntó a Iván Cancino, quien era su abogado, por los polémicos lujos de la exempresaria. Aseguró en ese momento que 'televisores tienen todas las habitaciones en cualquier hospítal del mundo' y negó que fuera cierto que 'La Gata' tuviera dos habitaciones: 'nunca tuvo dos: la misma de siempre'.
Además negó que la puerta que mandó a poner su clienta en el Hospital Cari de Barranquilla desde 2015 fuera blindada y que solo se abriera desde adentro, como lo había asegurado una fuente de los empleados médicos de la clínica a este diario.
Aunque sí confirmó que la puerta la puso ella, pero que 'no era blindada ni permanecía cerrada'.
El estado de salud de 'La Gata' siempre fue un tema de discusión. Por un lado, se le otorgó prisión domiciliaria, pero en 2013, la Corte Suprema de Justicia ordenó que el Instituto de Medicina Legal realizara una valoración. El ente determinó que su desnutrición podía ser tratada en la cárcel. SIn embargo, Enilce López insistía en que ella no podía comer en la cárcel por temor a ser envenenada.
Las enfermedades de la exempresaria empeoraron y su defensa insistió en que debía ser trasladada a su lugar de residencia, bajo el argumeno del millonario gasto que representaba para el Estado tenerla en una clínica. 'Por donde se le mire es mejor que ella esté en la casa (...) estando en un hospital le cuesta incluso más dinero al contribuyente, una cuenta muy prudente es de $30 o $40 millones mensuales entre guardias, la salud y la habitación, y estando en la casa ella es la que tiene que soportar la carga, y no le vale al país más de $3 millones: desde cualquier lado que se mire es mejor para el país', mencionó en ese momento el jurista.
'La Gata' murió enfrentando un cuadro de desnutrición que la mantenía con un peso de 34 kilos.
