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El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, pide que sean determinadas responsabilidades en torno al lamentable suceso ocurrido en el resguardo Iroka, en las estribaciones de la Serranía del Perijá, con jurisdicción del  municipio de Codazzi, donde cinco niños yukpas, hermanos entre sí, murieron envenenados.

 'Lamentamos profundamente el fallecimiento de cinco niños indígenas del resguardo Iroka, en zona rural de Agustín Codazzi, municipio del departamento del Cesar, cuya causa de su deceso habría sido por el consumo una fruta silvestre envenenada. No obstante, requerimos el concurso de las autoridades competentes para que determinen con precisión lo ocurrido', llama el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis. 

Asimismo, el funcionario indicó que es determinante la actuación de la Fiscalía General de la Nación, 'por lo que requerimos su pronta actuación, máxime que se trataría de integrantes de una misma familia; establecer con celeridad las circunstancias de lo sucedido es clave para garantizar los derechos a la justicia, la vida, la integridad cultural, la permanencia y pervivencia cultural del pueblo indígena, en este caso, del pueblo Yukpa'.

Para la entidad, los hechos reportados en el resguardo tienen un impacto individual con efectos colectivos, teniendo en cuenta que, para los yukpas, las niñas, los niños y adolescentes cumplen un rol importante en la reproducción de la cultura; por lo tanto, circunstancias como las que ahora mismo afrontan, afectan su equilibrio y armonía.

'Cabe resaltar que el pueblo indígena Yukpa, ubicado en la Serranía del Perijá, es uno de los últimos pueblos nómadas, seminómadas y agricultores itinerantes, como también, ha sido declarado en riesgo de exterminio físico y cultural por la Corte Constitucional mediante el Auto 004 de 2009 y ratificado en el Auto 266 de 2015. Por lo cual es imperativo velar por su protección y la garantía de sus derechos', aseguró Calos Camargo Assis.

Finalmente, la Defensoría del Pueblo reiteró  la solidaridad con el pueblo Yukpa y los demás pueblos indígenas con asiento en Colombia, y, en atención al cumplimiento del mandato misional, funcionarios de la entidad harán presencia en el resguardo Iroka en aras de verificar la situación de derechos humanos y promover, divulgar y, de manera especial, contribuir a la protección de sus derechos fundamentales.