La Contraloría General de la República ha revelado, a través de su Diagnóstico Nacional de Elefantes Blancos y Proyectos Críticos, la presencia de 22 proyectos activos en la isla de San Andrés, con un valor conjunto de $234.928 millones. Estos proyectos se dividen en 4 categorizados como críticos, con un valor de $80.818 millones, y 18 considerados elefantes blancos u obras inconclusas, valuados en $154.110 millones.
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Dentro de los proyectos más costosos en las islas de San Andrés y Providencia, destacan la 'construcción y dotación del megacolegio CEMED en el sector de san luis', valuado en $46.551 millones; la 'planta generación residuos sólidos', con un valor de $34.124 millones; y la 'construcción y adecuación Colegio Junin Bachillerato' en Providencia, valuado en $17.149 millones.
Para abordar esta problemática, la CGR ha facilitado espacios de diálogo entre contratistas, contratantes e interventores, con el objetivo de llegar a acuerdos de gestión que permitan finalizar las obras y entregarlas para el beneficio de la comunidad.
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Además de esto, la Contraloría anunció que lidera cinco intervenciones de control fiscal participativo en el departamento, con seguimiento a proyectos valorados en $320.258 millones.
Estas intervenciones incluyen la recuperación en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como el proyecto de construcción de la torre de control del Aeropuerto El Embrujo de Providencia y el mejoramiento de vías rurales en San Andrés Isla.
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Sin embargo, estos esfuerzos, según el ente de control, se han visto obstaculizados por diversos problemas, como la oposición de la comunidad a la ejecución de algunas obras debido a preocupaciones sobre la sobrepoblación y el impacto ambiental. Además, se enfrentan también a desafíos técnicos y burocráticos, como la falta de trámites de importación de maquinaria y la discrepancia entre el tipo de suelo proyectado y el real.
Uno de los proyectos más emblemáticos afectados es la Planta de Residuos Sólidos Urbanos, que desde su construcción en 2012 no ha entrado en funcionamiento, generando deterioro y altos costos de mantenimiento.
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Debido a todo lo anterior, la Contraloría instó a las administraciones departamental y municipal a tomar las acciones necesarias para finalizar estos proyectos y evitar que se conviertan en elefantes blancos, reafirmando su compromiso de apoyo y seguimiento a través del diálogo con la ciudadanía.
