Las tragedias naturales, en un país tan diverso como Colombia, pueden convertirse en un pan de cada día. Hechos de esa índole han estado históricamente a las ligaduras de los relatos de país, y una muestra clara de ello es la catástrofe de Armero que, a pesar de haber ocurrido hace 39 años, siguen presente en el imaginario colectivo de la población.
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Por eso, a la hora de tomar carretera, son varias las precauciones de muchas personas. Aún así, estas fueron pocas para el conductor de un taxi que se movilizaba con varios pasajeros a bordo de su vehículo a la altura de Salgar, en Antioquia, donde el pasado lunes 5 de agosto, un desprendimiento de rocas cobró la vida de Francisco Luis Vélez Restrepo.
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El hombre, conocido cariñosamente como Kiko por sus allegados, perdió la vida mientras conducía su taxi debido a que la piedra cayó justo encima del vehículo en movimiento. El fatal accidente ocurrió en el sector Las Peñas, un corredor que conecta con Medellín, alrededor de las 4 de la tarde.
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De acuerdo con lo recogido por medios como El Colombiano, la comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Salgar, Maribel Rodríguez, notificó que enormes rocas se desprendieron de la montaña, cayendo justo en el momento en que Kiko transitaba por esa vía.
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'Fue una tragedia que nadie esperaba, las rocas cayeron de repente y no hubo tiempo para reaccionar', comentó Rodríguez.
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A bordo del taxi también se encontraban dos pasajeros: una mujer y su nieto de tres años. Ambos resultaron lesionados en el accidente y fueron rápidamente trasladados a un centro médico para recibir atención prioritaria.
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La noticia de la muerte de Kiko ha causado un profundo pesar en la comunidad de Salgar, donde era ampliamente conocido y apreciado. Vélez Restrepo era un hombre querido por su amabilidad y por su dedicación a su trabajo como taxista.
