Indiscutiblemente la muerte del joven Luis Andrés Colmenares el 31 de octubre del año 2010 tras una noche de fiesta en la que departió con amigos, cambió la vida de sus padres y hermano.
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La tragedia de los Colmenares inició esa noche cuando supieron de la desaparición de Luis Andrés. A pesar que había sido buscado por los Bomberos, no fue hasta días después que encontraron su cuerpo en el caño del parque El Virrey en Bogotá.
Las primeras hipótesis dadas por Laura Moreno Ramírez y Jessy Quintero Moreno, quienes se encontraban en la fiesta con él, fueron inconclusas, y fueron absueltas del caso.
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Luis Alonso Colmenares, padre del joven que tenía 20 años en ese entonces, ha luchado incasablemente para ver a los responsables de la muerte de su hijo tras las rejas. Indica que la muerte de Luis Andrés no fue un accidente como quisieron que se creyera, sino que fue un asesinato premeditado.
Su madre Oneida Escobar y su hermano el ahora concejal Jorge Colmenares, se vieron afectados por esta gran perdida. Su recuerdo sigue latente a pesar que este año se cumplirá 14 años de ese triste suceso.
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El caso ha estado otra vez en boca de todos, pues la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia realizó el pasado jueves una audiencia de sustentación del recurso de casación que presentaron la Procuraduría y la familia de Luis Andrés Colmenares, contra el fallo del Tribunal de Bogotá que absolvió a Laura Moreno y Jessy Quintero, de cualquier responsabilidad asociada a la muerte del joven.
Por su parte, la presentadora Laura Acuña le realizó una entrevista a Jorge Colmenares, el hermano menor de Luis Andrés, donde manifestó todo lo que pasó luego de su muerte.
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Lo primero que destacó es que la relación entre sus padres Luis Alonso Colmenares, y su madre, Oneida Escobar, cambió. Además, indicó que su madre no fue la misma después de ese día que se enteraron de la muerte de su hermano. “No siguió siendo una mamá alegre”.
Oneida se la pasaba en su cuarto llorando los primeros meses. Recordó que si entraba al cuarto para hablar con ella, se ponía peor.
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Sus días se volvieron cotidianos en audiencias y los tribunales. Las muestras de afecto de sus padres hacia él, fue caducando y eran menos.
Por parte de su padre sintió que se convirtió en un padre más controlador y autoritario. Jorge lo atañó a que su padre tenía miedo que le pusiera pasar lo mismo que a su hermano. “Yo duré dos años sin hablar con mi papá. Yo le pedí disculpas, pero llegó un punto en el que me saturé y me dije: ‘Ya no quiero hablar más con él. Ya quiero borrarme la imagen de mi papá y de mi mamá en situaciones incómodas’”.
Luis Alonso Colmenares para mitigar ese dolor se escudó en el trabajo, tanto así, que su hijo menor sentía su ausencia, y pensó en quitarse la vida varias veces.
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“Qué más voy a hacer. Ya no tengo a mi hermano, mis papás están ausentes, no me siento lleno, feliz. Siempre ese miedo y esa soledad me carcomían el corazón”, contó.
Aunque aún no se ha aclarado qué pasó ese 31 de octubre del 2010, Jorge indica que ahora entiende todo lo que hicieron sus padres para sacar adelante la investigación. Pero, lamenta que en búsqueda de esa justicia, también perdieron un hogar.
