Por quinta vez, este miércoles 21 de agosto, 82 congresistas de ocho distintas fuerzas políticas y diferentes organizaciones pertenecientes a Alianza Colombia Libre de Fracking solicitaron en el Congreso radicar el proyecto de Ley que prohibiría la explotación de Yacimientos No Convencionales (YNC) y el fracking.
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Los YNC reciben el apoyo también de la sociedad civil y de las respectivas fuerzas políticas, que promulgan la prohibición total de esta práctica en Colombia, con el objetivo de proteger en primera instancia las fuentes hídricas del país, la salud pública y la biodiversidad.
Estos objetivos irían por encima del impacto económico que genera la técnica de extracción de hidrocarburos en el territorio nacional, ya que el proyecto se ha consolidado como un símbolo de lucha ambiental en el país.
Otro de los puntos clave en este tema es la reducción de emisión de gases del efecto invernadero, durante la actualización de las NDC de Colombia. “Este no es un proyecto más, cómo organizaciones sociales y comunidades le apostamos a la defensa de la vida, y del agua pues la explotación de YNC y la implementación de la técnica del ‘fracking’ en Colombia representa un camino sin retorno en la afectación de sistemas hídricos ecoestratégicos”, indicó Alianza Colombia Libre de Fracking.
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De igual manera, el conglomerado de organizaciones ratificó que el fracking afecta la salud pública, la vida, el agua, y las garantías de sustentabilidad de los territorios, justo cuando el destino ambiental de Colombia está pasando por un 'momento crítico'.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente anunció que enviará un mensaje de urgencia al Congreso para acelerar la instauración del proyecto, asegurando que: “el Ministerio de Ambiente comparte las inquietudes planteadas por las comunidades, en particular, los riesgos asociados al uso intensivo de agua y la potencial contaminación de acuíferos y fuentes superficiales'.
Asimismo, la institución indicó que los estudios recientes han comprobado que 'la explotación de YNC necesita volúmenes significativos de agua, como es el caso del Proyecto Piloto Integral de Investigación Kalé, donde se estima que cada pozo demanda entre 40.000 m³ y 48.000 m³ de agua. Esta situación es insostenible en un país donde el acceso al agua potable sigue siendo un desafío para muchas comunidades”, añadió la cartera.
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En un análisis publicado por Portafolio, cuya investigación fue hecha por un grupo de expertos, se resalta que si Colombia no avanza, en los próximos años y de forma progresiva, en el desarrollo de los yacimientos no convencionales de petróleo y gas, haciendo uso del fracking o de la técnica de fracturamiento hidráulico de roca generadora, la economía puede perder tres puntos en su crecimiento alrededor de seis años, según datos reflejados.
