Compartir:

Bogotá. Un año después de haber sido capturado en Boa Vista con la ayuda tecnologías satelitales y seguimientos a sus ocho mujeres en Colombia y Venezuela, el Tribunal Supremo de Brasil aprobó este martes la extradición del capo colombiano: el guajiro Marcos de Jesús Figueroa, alias Marquitos.

La alta corte brasileña, que según el diario brasileño O Globo tomó la decisión este martes por unanimidad, condicionó la extradición de alias Marquitos al compromiso por parte del Gobierno de Colombia de aplicarle una condena de hasta 30 años de cárcel, que es el máximo castigo que aplica el Código Penal brasileño.

Una vez fue capturado (22 de octubre de 2014), Figueroa fue trasladado a Sao Paulo, y tras el pedido de extradición por parte de Bogotá, en el Supremo Tribunal Federal fue abierto el expediente 1382, que quedó en manos del ministro (magistrado) Luiz Fux.

Tras varios intentos frustrados, el 27 de mayo pasado, Marcos Figueroa fue llevado, bajo estrictas medidas de seguridad, a una audiencia en la que, por decisión de Fux, lo interrogó el juez instructor Livio Marcus Gómez.

Posteriormente, el abogado Figueroa intentó tumbar el interrogatorio argumentando que ese día no tuvo la oportunidad de ejercer bien su papel de defensor y hablar lo debido con su cliente, pero esta petición la negó Fux.

De esta manera, el caso del señalado jefe de la temible banda sicarial de Los Curicheros, quien enviaba lanchas rápidas cargadas de droga hasta costas de Centroamérica para luego ir a Estados Unidos, quedó listo para la decisión de si era extraditado a Colombia.

Sin connotación política

En el comunicado, el tribunal brasileño señala que la defensa de Figueroa alegó que la medida contra el sindicado era netamente preventiva y que aún no había una condena en su contra en Colombia. Así mismo, advirtió el abogado que no había pruebas contra su cliente y que la única evidencia se basaba en testigos supuestamente cooptados por la Fiscalía colombiana.

No obstante, Fux, ponente de la solicitud de extradición, resolvió que en este caso no había connotaciones políticas, que los hechos denunciados constituyen delito tanto en Brasil como en Colombia, que Bogotá cumplió con todos los requisitos exigidos para la extradición y que 'los crímenes fueron cometidos en territorio colombiano, así que aplica el principio de territorialidad'.

Finalmente, el magistrado consideró que alias Marquitos 'tendrá la oportunidad de demostrar, en su país de origen, todas las declaraciones que hizo en el proceso. Y si es inocente, como dice el abogado, tiene que ser probado en Colombia'.

Lo que viene

La Fiscalía colombiana informó ayer en un comunicado que había sido notificada de la decisión por parte del Gobierno y que 'la autorización de la extradición ahora será oficializada en una sentencia escrita que Brasil deberá proferir en aproximadamente un mes y medio'.

Añadió el ente acusador que desde noviembre de 2014 había solicitado la extradición 'bajo cargos de homicidio agravado, concierto para delinquir y tráfico o porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares'.

Finalmente indicó la Fiscalía que 'una vez se produzca la sentencia correspondiente, el siguiente trámite queda en cabeza de la Presidencia de Brasil'.

El gobierno de Brasil entonces deberá notificar a Bogotá, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, que a su vez informa a la Oficina de Asuntos Internacionales de la Fiscalía, despacho que notifica a la Policía Nacional, a través de la Interpol, para que se coordine el recibimiento del extraditado.

Los delitos

El narcotraficante y exparamiltar, líder de la temible banda dueña del tráfico de drogas y el contrabando de combustible entre Colombia y Venezuela, asociado por las autoridades con el capturado exgobernador de La Guajira Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar, está señalado de más de 250 asesinatos perpetrados en la península, el vecino departamento del Cesar, Magdalena y Atlántico.

Entre estos crímenes se cuentan los de la exalcaldesa de Barrancas, La Guajira, Yandra Brito, en 2012; su esposo Henry Ustáriz y conductor Wilfrido Fonseca, en 2008, y el del exdiputado Efraín Ovalle Oñate, en 2012.

El 14 de agosto pasado, en uno de los juicios contra el exgobernador guajiro, el excandidato a la Gobernación de La Guajira Bladimiro Cuello Daza señaló a Gómez Cerchar y a alias Marquitos de ser los autores del homicidio de su hermano, Jorge Daza Barriga, asesinado el 24 de enero de 2014 en Barranquilla.

Figueroa, de hecho, debe ser escuchado en los procesos que se le siguen al exmandatario departamental por seis crímenes con tintes políticos.

Así mismo, la banda de alias Marquitos está fichada por aparentes nexos con la guerrilla de las Farc y el grupo narcotraficante mexicano de los Zetas.

En el gigante suramericano han caído también en los últimos años otros capos colombianos como Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta, que fue extraditado a Estados Unidos en 2008, y Jhon Manco Torres, alias el Indio, entre otros.

La solicitud

La Fiscalía, a través de la Cancillería, solicitó la extradición del capo durante noviembre de 2014.

Esta solicitud la elevó oficialmente la Fiscalía al gobierno brasileño por cargos de homicidio agravado, concierto para delinquir y tráfico y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares.

El ente acusador, a través de la Dirección de Gestión Internacional, remitió las dos solicitudes de extradición al Ministerio de Justicia, entidad que dentro del procedimiento ofició a la Cancillería colombiana para que esta a su vez remitiera las peticiones a la embajada de Colombia en Brasil, para que finalmente se notificara al gobierno de ese país.

A comienzos de año se supo que el gobierno de EEUU también estaba interesado en pedir en extradición a Figueroa.