Horas después del fallecimiento en Bogotá de la joven Astrid Carolina Méndez Pinilla, sus familiares enviaron una voz de clamor al Gobierno nacional para que se revele la verdad sobre las repercusiones negativas en decenas de niñas a las que les ha sido aplicada la vacuna del papiloma humano VPH.
'Que no digan más mentiras, que no se les acuse a las niñas de tener problemas psicológicos. El problema es real, no hagan más daño a sus hijas con esa vacuna. Lo que nos pasó no queremos que le pase a nadie más', manifestó Lizeth Pinilla, hermana de Astrid Carolina, a quien le fueron inoculadas dos dosis del medicamento en 2013, año en que su estado de salud empezó a deteriorarse.
La joven víctima, de 19 años de edad, se encontraba en estado de cuadriplejia desde el año pasado, y a comienzos de 2015 había sufrido un paro respiratorio, del cual sobrevivió hasta la noche del pasado jueves 6 de agosto, cuando tuvo un segundo paro que causó su deceso.
Mientras los familiares de Astrid Carolina exigen explicaciones, un grupo de madres que creó una asociación de víctimas por el VPH reveló que con la joven bogotana ya son cinco las víctimas fallecidas este año en el país a raíz de los daños adversos de la citada vacuna. Según las madres, se presentaron dos víctimas en Cali, una en Fusagasugá (Cundinamarca) y una más en El Carmen (Bolívar).Esta última murió a mediados de junio tras ingerir un veneno. Familiares dijeron que tomó la decisión por el desespero debido a los continuos desmayos por efectos de la vacuna que recibió en mayo del año pasado.
Drama no termina. En El Carmen de Bolívar, los padres de niñas afectadas por los extraños síntomas, según ellos por culpa de la vacuna contra el virus del Papiloma Humano, dijeron que la situación si bien ha mejorado en algunos casos, en otros sigue igual y quizá peor.
María Verónica Romero, madre de dos niñas afectadas, le dijo a EL HERALDO que una ha dado muestras de mejoría, pero que la otra aún sufre los desmayos y malestares que han llevado a hospitalizarla varias veces.
Agregó que en el corregimiento de Caracolí, de donde era oriunda una de las niñas que se suicidó, al parecer, cansada de los dolores y parálisis temporales, la situación es grave y que, según dijo, hay 'muchas niñas sufriendo'.