Uno al lado del otro, jóvenes, viejos, niños, mujeres, sonrientes, sorprendidos frente a las cámaras, de piel canela y cabellos negros, mejillas pronunciadas, con delgadas ruanas coloridas o chaquetas de marcas en inglés, un bastón de mando empuñado en la mano derecha y erguido ante la Plaza de Bolívar, de espaldas al Palacio de Liévano, son la Guardia Indígena.
Son 300 y vienen a custodiar la democracia y la paz, según el coordinador nacional de la Guardia, Lucho Acosta: 'somos sin armas, andamos con bastones, porque somos ejemplo de paz, debemos alzarnos en bastones de mando, no en armas, por eso venimos a apoyar a Petro, porque es un guardia de la paz'.
Advierte Acosta que 'Petro, aquí en Bogotá, ha desarrollado una política de defensa frente a los pueblos indígenas. Y caminó nuestros territorios, estuvo de guerrillero de donde venimos, en el sitio de donde venimos se desmovilizó el M-19, y ha cumplido con la paz y la ha promovido'.
Veinticuatro horas duró la travesía de la Guardia por las carreteras del sur del país en subida hasta Bogotá. Un viaje que usualmente les hubiera llevado 12 horas, pero de acuerdo a Jairo Narváez, del pueblo de Yanacona, al sur del Cauca, 'la Policía no quería que llegáramos acá, nos pusieron todos los obstáculos, nos pedían los documentos del conductor, del carro, nos decían que para sacarles fotocopia, que para verificar en el sistema. Salimos desde el miércoles, a las 8 de la noche, y llegamos esta mañana (ayer)'.
Serán en diciembre 2.000 indígenas, principalmente nasas, 'pero si no pasa nada, estarán unos 15.000 en enero acá', asegura Acosta: 'vamos a estar acá hasta que se apague el sol, dormiremos en cualquier sitio, porque somos de visita y estamos visitando y conociendo donde nuestros abuelos fueron masacrados hace 500 años, porque estas tierras son indígenas, muiscas'.
No obstante, Narváez, más pragmático, afirma que 'tenemos alojamiento, cerca de la Plaza, donde amigos', pero asevera que se quedarán en la capital 'hasta el tiempo necesario'.
Por su parte, Freddy Alfonso Izquierdo, indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, aunque no hace parte de la Guardia Indígena, dice que están 'apoyando la revolución bogotana, somos guardianes de la Sierra, nuestros principios en cuanto a la defensa de la naturaleza los entiende Petro bastante bien'.
Al respecto, señala que 'por ejemplo, el derecho del agua, esa es una política histórica, eso no es de ahora, el Ministerio de Ambiente nunca ha entendido eso, pero los indígenas sí: defendemos la nieve, la naturaleza, la vida en sí misma, no porque esté en una Constitución sino porque es nuestro mismo ser'.
Pareciera coincidir Acosta cuando manifiesta: Bogotá está hecha sobre una laguna sagrada (Funzé), y esa laguna nos da la fuerza para estar aquí'.
El líder indígena también se dirigió a los miles de manifestantes que se reunieron anoche en la Plaza de Bolívar.
En sus cortas palabras, antes que hablara el alcalde Gustavo Petro, dijo que el procurador general de la nación, Alejandro Ordóñez, está actuando mal y por esa razón 'hay que juetiarlo'. Inclusive, dijo, la manifestación es un juetazo al procurador.
Las manifestaciones de apoyo a Petro también se realizaron en ciudades como Barranquilla y Montería.
Reunión con Corte
En su discurso, el alcalde Petro anunció que se reunirá el miércoles 18 de diciembre con el secretario ejecutivo de la CIDH para tratar el tema que interpuso ante este organismo.
El burgomaestre, quien se dirigió a la multitud reunida en la Plaza de Bolívar unas dos horas, anunció que 'nosotros queremos que a partir de esta semana produzcamos el movimiento que va a garantizar la paz de Colombia'.
En otro aparte, reveló que cuando el jueves se reunió con el fiscal Eduardo Montealegre, este 'me preguntaba si iba a demandar al procurador, y yo le dije que no, que yo no soy como él: yo no odio'.