'Quienes argumentan que los embarazos de niñas menores de 14 años obedecen a razones culturales distorsionan la esencia del encierro como institución de nuestro sistema cultural; quien viola y embaraza a niñas wayuu no son más que violadores que usan la máscara de 'lo cultural' para evadir impunemente los castigos que realmente merecen', manifestó el líder wayuu Ignacio Epinayú Pushaina, al referirse al caso de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía contra 38 personas por abuso sexual a niñas wayús.
Agregó que 'quienes los defienden seguramente no estarán dispuestos a permitir que sus hijas y sobrinas preadolescentes sean objetos de esta práctica burdamente llamada 'cultural''.
Dice en su condición de wayuu y tío materno de varias niñas indígenas que no hay excusa para justificar el atropello físico y psicológico del que es objeto la mujer wayuu negándole el legítimo derecho que tiene al deleite de su infancia.
Explica que siendo muy pequeñas las llaman Joukalü, cuando ya están creciditas y antes de llegar a la edad de su primera menstruación se les dice Jintulü o Jimoolü y es en esta edad donde se produce el ritual del encierro, la etapa más crucial de la existencia de la mujer wayuu.
'Es aquí donde la niña se prepara espiritualmente y físicamente para ser mujer en unos cuantos años más de maduración física y psicológica. Por lo tanto, la institución-encierro no es una fábrica de objeto-mujer para uso inmediato al periodo de encierro', indicó.