Quinientas mil piezas de Lego necesitaron un australiano y un rumano para fabricar un carro que, si bien parece un juguete, funciona de verdad. Esta semana, el singular vehículo fue presentado en Melbourne, Australia.
Lo llamativo de este proyecto Super Awesome Micro es que fue financiado por la gente motivada a través de un mensaje de Twitter que tuvo una respuesta impresionante, pidió 20 inversionistas y aparecieron 40 personas que dieron entre 500 y 1.000 dólares.
El carro tiene todo de Lego, menos las llantas, que permiten el desplazamiento del auto gracias a los cuatro motores, impulsados por aire y 256 pistones.
En una entrevista con la BBC, el cofundador Steve Sammartino, dijo que no es "ni un entusiasta de los autos, ni un entusiasta de Lego".
Hicieron falta 18 meses y mucho más dinero para construirlo, explicó Sammartino. El auto fue construido en Rumania por él y su socio Raul Oaida, para luego ser embarcado a Australia, donde hubo que reconstruir grandes partes del mismo.
De momento no hay planes de crear otro vehículo similar.