El desarrollo de la vía entre Ciénaga y Barranquilla trae consigo problemas de vieja data que aún preocupan a los colombianos. De acuerdo con la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, está ha sido la obra que más daño ambiental ha causado en el país desde 1956, año en el que empezó su construcción.
Desde entonces, ha habido un debate sobre el impacto dañino a unas 33.245 hectáreas de manglares que han muerto, así como la erosión y constante muerte de animales que atraviesan la vía y son arrollados por los vehículos.
Esto le supuso al Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y la Unidad de Parques Naturales, el reto de estudiar y darle el aval a un corredor que no acabe con una reserva natural y, a la vez, facilite el transporte por esta vía que conecta a Barranquilla y Cartagena, y facilitará la movilidad entre esta última y Santa Marta.
De hecho, el gobierno calcula que con la ejecución de esta y otras obras, las tres capitales estarán conectadas por dobles calzadas en cinco años.
Fue así como en abril de este año, la ministra Natalia Abello anunció que Parque Naturales había dado su visto bueno para ejecutar la obra que cubrirá 60 kilómetros, de los cuales se consideraba que 40 kilómetros afectarían la reserva.
Para Ana María Badel, directora de Probarranquilla, 'es claro que la doble calzada mejorará la seguridad y el flujo de tráfico entre Barranquilla y Ciénaga y conectará con la doble calzada Ciénaga -Santa Marta. La vía es importante porque acerca no solo a las ciudades sino a sus puertos, que cada vez son más complementarios, porque es la conexión terrestre final de la Región con el interior del país por Santander y Bogotá'.
Aspectos técnicos de la obra
El vicepresidente Germán Vargas Lleras explicó que empresas privadas, previo proceso licitatorio, sin un solo peso a cargo del Estado, construirán este corredor vial. Y precisó que la obra se ejecutará en tres fases: la primera, Barranquilla - peaje Palermo; la segunda, peaje Palermo - peaje Tasajera, y la tercera, peaje Tasajera - Ye de Ciénaga.
Se calcula que la obra podría costar hasta $1 billón, que se contemplan para la ampliación a doble calzada. A esto se sumará la construcción de tres viaductos que permitirían la conectividad con el Río Magdalena. Estos viaductos también serán una solución para no tocar la reserva del corredor, indicó Abello, y cubrirán 40,6 kilómetros. Se prevé que la construcción de esos conductos empiece en 2017.
En octubre se conoció que la ANI recibió de la Gobernación del Magdalena un estudio de la Alianza Público Privada (APP), una iniciativa que está manos de la Interventora para revisar que se cumplen los costos y diseños. Estaba previsto que en octubre (al cierre de esta edición), quedara en firme la factibilidad de la obra.
El viceministro de Infraestructura, Iván Martínez, no prevé que la audiencia se lleve a cabo este año, pero sí aseguró que los estudios están muy adelantados. 'Esta es una vía fundamental. Además, no tenemos una vía alterna y, en caso de que haya un problema, la vuelta que los conductores deben hacer es muy grande'.