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En los últimos 25 años y de los que puedo dar fe, el sector agropecuario colombiano se ha caracterizado en general, por tener una dirigencia propositiva, con un alto valor democrático, participativo y sobre todo, enfocada en contribuir con el desarrollo de las regiones al procurar espacios para el tema rural en las grandes decisiones del Estado.

Todos los sectores productivos del país son sensibles para el desarrollo del campo, sin embargo el ganadero es uno de los más sobresalientes en zonas como la región Caribe, donde siete departamentos tienen como primera vocación, la ganadería, por ello muchos productores además de gerenciar sus propias empresas, con el paso del tiempo, se convirtieron en dirigentes del sector, representativos, con ideas, voz y voto, en los gremios que mueven la economía colombiana.

Un ejemplo de esta dirigencia es José Félix Lafaurie, quien en la presidencia ejecutiva de Fedegán, el gremio rector de la ganadería, ha sido eje fundamental para mostrarle al país y al mundo, la importancia de la actividad ganadera como motor de desarrollo de una nación como Colombia, tarea en la que ha concentrado todos sus esfuerzos, apoyado por un equipo que lo acompaña para hacer extensiva la política gremial participativa, orientada a generar competitividad y rentabilidad en el campo.

Si tenemos en cuenta al dirigente, una década parece mucho tiempo, pero en términos de ganadería no lo es si se tiene en cuenta que muchas de las acciones que enmarcan esta actividad están diseñadas para que se realicen en un mediano y a veces largo plazo. Recorrer todo el territorio nacional para socializar la política ganadera, como en el caso de la erradicación de una enfermedad como la Fiebre Aftosa, no se hace de un día para otro, por ello Fedegán en su empeño de obtener un estatus sanitario que fuera reconocido dentro y fuera de nuestras fronteras, cruzó el país de un punto cardinal a otro y logró en mayo de 2009 el reconocimiento de manos de la Organización Mundial de Sanidad Animal, con la certificación de país libre de Aftosa con vacunación.

Bajo el timón de Lafaurie Rivera Fedegán ha ampliado su accionar en lo que él ha denominado 'la arquitectura gremial' centrada en temas como el fortalecimiento de la asociatividad, una de sus mayores preocupaciones, la capacitación del ganadero y la mayor atención y acercamiento a las necesidades propias del sector.

En todos estos años, para ser exactos de 1993 a la fecha, el desafío de administrar el Fondo Nacional del Ganado ha sido para Fedegán un reto institucional, así como una ventana de exposición de sus actividades bajo la lupa de observadores, que en ocasiones señalan como negativo un manejo que a todas luces ha sido exitoso. La perspectiva sobre la administración del FNG se ha convertido en los últimos meses en un tema mediático, donde se exponen argumentos con poco rigor financiero y más bien, se observa una clara animadversión a un dirigente que seguramente no cae bien en muchos sectores del Estado colombiano. Pareciera un asunto personal, no institucional.

Consolidar la hoja de ruta que guíe a los ganaderos hacia la competitividad y el fortalecimiento de su actividad en los próximos años es una tarea seria de Fedegán, el apoyo que brindemos a una entidad como esta hace la diferencia entre el olvido de un sector y el desarrollo estructural de la Ganadería nacional.