El Distrito ha venido trabajando en las últimas administraciones para recuperar su conexión con el río Magdalena e integrarlo como una artería importante para el crecimiento de la ciudad. En 2014 se entregaron los primeros 1,4 kilómetros de la Avenida del Río sobre la isla de La Loma, que cuenta con un malecón turístico a las orillas del caudaloso río, y además se hizo la restauración del antiguo edificio de la Intendencia Fluvial.
La ciudad cuenta con diez terminales portuarias de uso público sobre los últimos 22 kilómetros del río, que sirven para el transporte de grandes volúmenes de carga y que en 2014 lograron movilizar cerca de 10 millones de toneladas, esto sin contar la ventaja que se tiene por la cercanía con Cartagena y Santa Marta para acceder a puertos de mayor tamaño.
Los recursos del nuevo malecón salen directamente del Distrito, y le cambiarían la cara a la ciudad por conectar al Centro de Eventos Puerta de Oro con la Loma, y además tendrá ciclorruta, canchas de fútbol, canchas multipropósito, áreas de comida, parques, un corredor portuario de 5,5 kilómetros, lo que lo convierte en uno de los más ambiciosos de la administración.
Otro plan es convertir a Barranquilla en la capital logística de Colombia, haciendo que la ciudad se vuelva un punto estratégico para la interconexión en la región, donde coexistan los distintos sectores productivos y eso termine en una mayor inversión que aumente las posibilidades de empleo. 'Queremos impulsar el crecimiento sostenible y la prosperidad de los ciudadanos, que además debería traer mayor inversión privada para poder ofrecer trabajo digno a todos. Nos vamos a encargar de preparar a los barranquilleros para que estén listos para estas oportunidades y para el inversionista, vamos a preparar la ciudad para que puedan desarrollar sus actividades con éxito', agregó la secretaria de Planeación, Margarita Zaher.
El Gobierno Nacional también le ha apostado al Río Magdalena invirtiendo en devolverle la navegabilidad, con lo que no solo se lograría restablecer el transporte fluvial, sino devolverle su lugar como impulsador del desarrollo económico al ser un atractivo de la inversión, por las ventajas operacionales que conlleva tener un río de esa magnitud en óptimas condiciones.