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El ingeniero Rubén Darío Aguilar, mágister en geotecnia de la Universidad Nacional, detectó mediante una herramienta de análisis que determina el nivel de amenaza relativa a los procesos de remoción en masa, que el emblemático cerro de La Popa, en Cartagena, es 'cada vez más inestable'.

De acuerdo al experto de la Nacional, La Popa 'es la zona en la ciudad más susceptible a la inestabilidad de ladera y uno de los principales factores es la gran cantidad de asentamientos humanos irregulares, edificados con el paso de los años'.

El estudio evidenció en concreto que los procesos de remoción en masa se han reactivado con respecto a los datos registrados en 2001, cuando el cerro de La Popa presentaba una condición de amenaza intermedia que, actualmente, 'alcanza un nivel alto'.

Señaló Aguilar en este sentido que 'los asentamientos humanos han crecido de forma descontrolada y se está presentando la quema de basuras, sumada a la disposición de residuos sólidos en zonas no aptas, además de cortes inadecuados en la ladera para ampliar los lotes de las viviendas, entre otros factores que, con el tiempo, han generado inestabilidad y fallas en la infraestructura'.

Determinó además la investigación que en La Popa y Albornoz se registraron niveles importantes de erosión que se han estimado en 38,39 toneladas métricas por hectáreas al año.

Por ello, el estudio de la Universidad Nacional propone 'la implementación de obras de contención y protección en sitios críticos, así como la revegetalización con especies nativas, instalación de muros en gavión, construcción de canales y cunetas para el manejo de las aguas, y nuevas estructuras de fijación de sedimentos para impedir la profundización de los surcos'.

Finalmente, advierte el ingeniero que actualmente 'no existe un plan de acción sostenible y efectivo de prácticas de conservación de suelos', más allá de algunos proyectos aislados de intervención local de zonas verdes.