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El Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro), no solo es una entidad que promueve el desarrollo rural colombiano, sino que ha permitido que diversos productores construyan su propia historia, cumplan sus sueños e impulsen el país a través de proyectos en el campo.

Esas historias, se encuentran en diversas regiones, como es el caso de Rolando Manjarrés Charris, quien se ubica en Malambo, Atlántico, quien nació en una familia ganadera, con un gran aprecio por la naturaleza, recordando su infancia de aventuras en el campo dentro de las cosas más bellas de su vida.

Narró que en 1977, después de haber juntado unos ahorros con los animales que tenía su papá en la finca, compró su primera tierra; y fue creciendo y empleando a todos aquellos con los que compartió su niñez, jugando. Hoy, realiza como actividad principal, ganadería en Doble Propósito, donde ordeña vacas con ternero, innovando desde su área con maquinaria para cosechar forrajes, y brindar mejor alimentación a sus animales en épocas de escasez.

Adicionalmente, Manjarrés, incursionó en la siembra de mango, proyectando este cultivo como una alternativa rentable en la región.

Entendió la importancia de utilizar los créditos, aumentando los puestos de trabajo y contribuyendo al desarrollo de la zona. Ahora quiere compartir su testimonio, ya que es un convencido que el apalancamiento para impulsar el agro, está en las oportunidades que brindan entidades como Finagro.

Esta historia es tan solo una de las muchas, que se han acompañado para la evolución del sector.

Se siguen entregando recursos para el desarrollo de proyectos agropecuarios en todas las cadenas. En el primer trimestre de 2018, el crecimiento de la compañía ha sido del 17%, con respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando $5 billones que han beneficiado a más de 130 mil productores, representando el 66% de la participación los pequeños.