En el Congreso de la Construcción que organizó Camacol y se adelantó durante tres días en el Centro de Eventos Puerta de Oro, en Barranquilla, Dan Restrepo, ex asesor para América Latina, el Caribe y Canadá del hoy ex presidente de Estados Unidos Barack Obama, habló con EL HERALDO sobre los resultados de las históricas elecciones presidenciales en las que el republicano Donald Trump derrotó a la demócrata Kamala Harris el pasado 5 de noviembre.
Para algunos fue un final esperado, como para otros una sorpresa la derrota de Kamala Harris en las urnas. ¿Qué le faltó a la vicepresidenta para hacerse a las elecciones?
Creo que a fondo le faltó no ser oposición. Hemos visto en todos los países industrializados desde la pandemia y desde la inflación que vino después de la pandemia, que los gobiernos han caído en las elecciones menos una, en Francia. Y en Francia casi no sobreviven. Ha sido un momento muy difícil para ser candidato de gobierno en cualquier país industrializado en los últimos cinco años. Creo que es una parte importante. También le restó ser candidata 108 días. Es difícil montar una campaña eficaz presidencial en ese tiempo.
Le costó que el Partido Demócrata perdió espacio con tener la candidatura del presidente Biden un año antes de saber que no iba a ser candidato. Ese cambio fue demasiado tarde para poder aprovecharlo y para poder tratar de tener más distancia del gobierno con el candidato. Kamala Harris hizo una buena campaña, pero fue contra vientos políticos muy complejos en el país.
Varios miembros del Partido Demócrata le lanzaron dardos al presidente Biden por su retiro tardío de la contienda. ¿Qué considera que lo llevó a mantenerse en pie?
Es facilísimo criticar después de una derrota electoral. En las últimas 10 elecciones federales en los Estados Unidos, presidenciales o intermedias, el votante estadounidense ha escogido cambio 8 de las 10 veces.
El votante estadounidense está buscando otra solución y no la está encontrando. Es interesante que el mismo presidente Trump gana las dos veces cuando es outsider y pierde la única vez que es gobierno. Eso nos dice mucho más sobre el momento político que estamos viviendo que cualquier otra cosa.
¿Cree que una posición diferente de Harris en temas como la guerra en la Franja de Gaza y el Líbano hubiera impactado los resultados?
Ya vimos que los temas internacionales terminan no afectando mucho al votante estadounidense. Es posible que al margen de un estado como Michigan, por una población muy grande árabe, podría tener un efecto. Pero a fin de cuentas fue un malestar económico, que paradójicamente en una economía que es más o menos la envidia del mundo en este momento es lo que le costó la elección a fondo a Kamala Harris.
¿La situación económica impulsó también el voto latino?, Específicamente en los hombres que este año votaron más por Trump?
Sí, creo que es la reacción económica a la pandemia. Esta fue una elección pospandemia y creo que lo tenemos que entender de esa forma. El efecto de la pandemia sobre los latinos en los EE. UU. fue fuertísimo y creo que pensaron que el partido demócrata estaba un poco separado de la realidad que ellos estaban viviendo en ese momento y en lo que siguió económicamente, eso es lo que minó el apoyo de hombres latinos, porque el voto de las latinas todavía fue bastante favorable hacia la candidata Harris.
En Colombia vamos a ver una expresión política clara por parte de la administración Trump a favor de quien sea el candidato de la oposición”En Colombia vamos a ver una expresión política clara por parte de la administración Trump a favor de quien sea el candidato de la oposición”
En Colombia hay preocupación por las posibles tensiones con el nuevo Gobierno de EE. UU. Usted recordó otras ocasiones en las que incluso con Juan Manuel Santos e Iván Duque se produjeron. ¿Serán más intensas con el presidente Gustavo Petro?
Los temas han cambiado. El tema migratorio es mucho más relevante en la relación bilateral hoy que cuando Trump fue presidente, porque el tapón del Darién todavía era tapón. Y la migración era migración centroamericana y mexicana, y ese fue el enfoque de Trump. Ahora se destapó el Darién y otros países entran al escenario de presión sobre el tema migratorio.
Entonces creo que eso, ahora con un presidente más ajeno ideológicamente, sería un punto de tensión entre Donald Trump y el gobierno colombiano a estas alturas.
Luego entra el tema de la lucha contra el narcotráfico, donde Trump tiene una visión muy ortodoxa y el gobierno colombiano una visión menos ortodoxa. Esa tensión creo que la vamos a ver otra vez de una forma más intensa con el presidente Petro.
La crisis con Venezuela, en la que Colombia ha querido hacer las veces de mediador, ¿también será un punto de fricciones con EE. UU.?
Lo de Venezuela creo que es más complejo de analizar. Hay gente alrededor de Trump que ha buscado y que va a querer buscar arreglarse con Nicolás Maduro y hay otros que quieren presionar a Maduro para sacarlo del poder y no está nada claro qué va a decir Trump. Es importante reconocer que Trump se ha sentado con autoritarios de todas partes y no le importa lo que otros piensen, y si decide sentarse con Maduro, no va a buscar ni compartir el protagonismo con nadie. Tampoco va a buscar intermediarios, pues no los necesita.
También había mencionado en estos días que había una alta posibilidad de que el Gobierno Trump volviera, como en décadas pasadas, a apoyar un candidato en la Casa de Nariño, ¿Volverá a suceder?
El apoyo político estadounidense de manera abierta es mucho más probable con un gobierno como el del presidente Trump en Colombia y otras partes. En Brasil, por ejemplo, hay una afinidad muy de familia entre los Bolsonaro y los Trump.
En ese sentido, considero que lo que quizás antes era más oculto ahora va a ser mucho más abierto y el caso de Colombia es uno de los casos donde creo que vamos a ver una expresión política bastante clara por parte de la administración de Donald Trump a favor de quien sea el candidato de la oposición aquí en Colombia.