Eran tan espantosas las heridas de Rosa Elvira Cely, con el recto desprendido por el empalamiento, que el joven patrullero que la encontró en el Parque Nacional entró en estado de shock y tuvo que ser apartado de la terrible escena.
Así lo contó ayer la Fiscal 26 de la Unidad de Vida en la audiencia en la que fue enviado a la cárcel Modelo Javier Velasco Valenzuela por los delitos de homicidio agravado, tortura y acceso carnal violento.
Ante la Juez 31 de Control de Garantías, la representante del ente acusador expuso los fuertes indicios que hay para señalar a Velasco, de 44 años, como el presunto violador, torturador y asesino de Rosa Elvira.
El primero es el relato que le hizo el compañero de Rosa del colegio, Javier Hernández, conocido como Pochete, a los investigadores de la Sijín: a las 10 de la noche del 24 de mayo se encontró en un bar, cerca a la escuela, con Rosa, Velasco y Ésmer Mauricio Ariza Rojas, pero estos tres últimos se fueron a otro bar.
Al día siguiente, sigue contando Hernández, vio a Velasco en el colegio más callado que de costumbre y sin su habitual motocicleta. Posteriormente, Hernández habló con Claudia Velásquez, prima de Rosa, y esta le comentó lo que le había pasado a su prima.
Entonces, el día en que murió Rosa, el 28 de mayo, Hernández se fue con Velasco a tomar unos tragos, sospechando ya seriamente de él, y tras un par de horas, el imputado le dijo: “la maldad me ha llevado a hacer cosas malas. Yo soy una gonorrea, igual que Mauricio, y entre gonorreas nos entendemos. Usted me ve hoy aquí pero mañana puedo estar en la cárcel”.
El segundo indicio se descubrió el 30 de mayo, cuando los investigadores llegaron al lugar de los hechos para recoger evidencias y encontraron dos zapatos cafés de mujer, un collar rosa de mujer y dos cabellos en él, un jean azul rasgado (Rosa fue hallada desnuda de la cintura para abajo) y la mitad de un chaleco amarillo de motociclista en el que se leía la placa GUU-74C. Tras una breve pesquisa, se dieron cuenta de que la placa pertenece a una moto a nombre de Velasco.
Con las fuertes evidencias incriminatorias y por orden del Juez 45 de Control de Garantías, el presunto asesino fue capturado el 1 de junio a las 7:45 de la noche en la calle 57 con carrera 15, en el barrio Galerías, sector en el que vivía la víctima. El sujeto tenía aspecto de harlista, con una pañoleta verde y aretes gruesos y oscuros en las orejas.
Enseguida, las autoridades allanaron el precario cuarto alquilado por Velasco en la carrera 1 con calle 45, cerca al lugar del horrendo crimen.
Allí, los investigadores encontraron la mitad del chaleco hallado en el parque, la moto manchada de sangre y que corresponde al número del chaleco, el casco con el que Rosa habría sido golpeada, una navaja, un bisturí, dos cédulas con igual nombre y distinto número, guantes de látex, algodones con una sustancia a establecer, ropa ensangrentada y una carta de ‘amor’ dirigida a “Rosita”, en la que Velasco le dice que es el amor de su vida y le pide perdón a ella y a Dios por lo que ha hecho.
La Fiscal del caso, durante la imputación, reveló, además, que Rosa Elvira Cely le dijo al primer médico que la atendió, Néstor Rincón, que esa noche tomó en un bar con dos hombres –sin mencionar sus nombres– hasta la 1 de la mañana y que uno de ellos se fue y el otro se ofreció a llevarla en su moto a la casa, pero luego la llevó obligada al parque, la golpeó en la cabeza y en la cara con el casco de la moto y la violó.
Los galenos encontraron, además, que la víctima fue apuñalada en la nuca y la espalda, golpeada en los glúteos y los hombros, ahorcada –lo que luego le produjo un paro– y penetrada por la vagina y el ano con un miembro masculino y un objeto vegetal, lo que le causó desprendimiento del recto y le afectó los ovarios y los riñones, produciéndole la muerte.
La Fiscal señala, así mismo, que Velasco pagó una condena por homicidio y tiene orden de captura desde el 2 de mayo de 2007 por haber abusado sexualmente, delante de dos menores, de una de sus hijastras de 11 años y que le dijo a la esposa que lo hizo porque la niña se le había “insinuado”.
Al pedir una condena de 50 años de cárcel, debido a que Velasco no aceptó cargos, la Fiscal le sentenció que “sus actos han sido aberrantes. Rosa pensó que usted era su amigo. (...) Ella es una valiente por denunciar cuando no podía ni caminar. (...) Creíamos que el empalamiento se había acabado en el Medioevo”.
Mientras tanto, en su silla de la sala de audiencias, Velasco, de vez en cuando, sonreía.
Plantón en varias ciudades
Diversas organizaciones de defensa de los derechos de la mujer han organizado para hoy en diferentes ciudades de Colombia lo que han denominado un plantón para rechazar toda clase de violencia contra el género femenino.
Con el lema ‘Ni una más’, en Barranquilla será en la puerta de la Catedral desde las 9 a.m., mientras que en Valledupar la cita es en el Parque de las Madres. En Bogotá, el punto de encuentro es el Parque Nacional, en donde fue violada y empalada Rosa Elvira Cely el jueves pasado. La mujer murió 4 días después.
Por Tomás Betín del Río
BOGOTÁ.