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Santa Marta, Perla del Caribe, protegida por la inconmensurable Sierra Nevada, es sin lugar a equívocos el sitio de la geografía colombiana y universal con los más interesantes atractivos naturales, en donde la diversidad de paisajes y la exuberante flora y fauna que la encierran, la convierten en atractivo para los amantes de la ecología.

Hoy, cuando el ecoturismo es el puntal de desarrollo de los pueblos que han sido bendecidos por Dios al dotarlos de naturaleza viva, se desnudan ante los ojos del mundo nuevos paraísos, en donde los nativos se encuentran con su historia Tayrona, y los visitantes con refulgentes escenarios que marcan pautas para afianzar la paz, la tranquilidad y la armonía.

Imponente, Santa Marta muestra a Buritaca, Don Diego y Guachaca como los tesoros de la Sierra Nevada que le dan vida al ecoturismo.

En las cabañas del río Buritaca, conocidas también como el portal de la entrada al corazón de la Sierra Nevada, se inicia el tour.

Los aventureros emprenden un interesante recorrido ecológico. Manglares, madre vieja y aves migratorias; cultura nativa y hermosos animales diurnos y nocturnos son las características que prevalecen en esta ruta ecoturística, de embeleso, encanto y seducción.

Por un camino de follaje el turista llega hasta la Madre Vieja, a 200 metros de un encuentro amoroso entre el río y el mar. Allí se observa cómo los pisingos, las babillas y otras especies se alejan para retomar la fuerza provechosa para su multiplicación.

Luego de caminar y observar el espléndido paisaje, el turista tiene la oportunidad de pasear en lancha, kayak y canoa por el río Buritaca, en medio del canto perceptible de las aves que revolotean por las ramas de los frondosos árboles de higuerón, en los que se asoman como celosos vigilantes de la naturaleza la iguana y los bullangueros Monos Cotudos.

“Aquí la gente puede disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Es un sendero ecológico que seduce e invita al visitante a conservar el medio ambiente”, expresó el guía Walter Sánchez.

Bañada por fuentes de agua. El próximo paraje en este recorrido de fantasía es Guachaca, hermosa comarca de amable sutileza e historia patria, enmarcada en la actitud fuerte de sus habitantes; valerosos defensores de la imponente naturaleza de la Sierra Nevada que la baña con sus majestuosas fuentes de aguas cristalinas.

Este lugar, en donde el río que lleva su nombre algunas veces ha causado llanto y dolor, es un paraíso de hermosos paisajes. Se posiciona como uno de los preferidos para recrear la mente y reconfortar el espíritu.

El río que lleva su nombre es uno de los 36 que bajan de la Sierra Nevada y en cuyas orillas habitan los indios Tayronas, además de hallar los restos arqueológicos de una ciudad importante que fue Tayronaka.

El viaje ecológico lleva al turista a Quebrada Valencia, donde una cascada de aguas cristalinas, entre rocas y peñascos ofrece un espectáculo sin igual.

Esta calle de agua, proveniente de la Sierra Nevada, forma una serie de pozos apropiados para disfrutar de un baño refrescante y apreciar gran variedad de peces. Rodeado por una exótica vegetación y plantación de diversos frutos, gracias al clima de la zona. “Es un territorio bendecido por Dios”, afirmó Víctor Pérez, un habitante del sector. Después de una caminata de reconocimiento por la región, sumergirse en sus aguas y extasiarse con la belleza del paisaje.

Por Saith Daniel Ferez Boneth
Santa Marta