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El año 2022 podría ser el del optimismo o el de la incertidumbre. Eso depende de cómo estemos viendo el vaso. Si lo vemos medio lleno, entonces diríamos que luego de las extraordinarias cifras de crecimiento que mostró el país al finalizar este 2021, el próximo seguirá a este ritmo y por consiguiente los indicadores serán en su gran mayoría positivos.

Pero si vemos el vaso medio vacío, entonces tendríamos que decir que el 2022 será el de la incertidumbre. Y ello es así porque se trata de un año electoral en el que se llevarán a dos elecciones trascendentales para el futuro del país. En marzo los colombianos elegiremos un nuevo Congreso de la República y en mayo o junio -si hay segunda vuelta- escogeremos al sucesor de Iván Duque en la Casa de Nariño.