Es lamentable, pero cierto, que en pleno siglo XXI todavía estemos observando casos de maltrato intrafamiliar y quizás a mayor escala, donde el hombre coge a su pareja como una pera de boxeo o la trata como un delincuente, pero lo peor de todo es que muchos de estos casos no son denunciados por las víctimas y, por el contrario, se quedan calladas o se reconcilian, pero más adelante sigue la cosa igual.
En las últimas semanas hemos sabido, a través de los medios de comunicación, una serie de noticias sobre maltrato intrafamiliar, entre los casos encontramos la del tipo que su mujer no quiso tener relaciones con él, la del joven que le pegó a su mujer embarazada y la del policía que maltrató a puño y patada física a su mujer; y en todos los casos ya las faltas vienen desde tiempo atrás, pero como muchas de estas mujeres no se atrevían a denunciar, porque son amenazadas de muerte por sus agresores, pero llega un momento en que todo tiene que salir ante las autoridades.
Hablando con muchas mujeres, me han dicho que ellas mismas tienen la culpa, ya que desde un principio cuando el hombre o su pareja les pone la mano encima, en seguida hay que denunciarlo para que la cosa no siga y llegue a finales lamentables. Pero, muchas de estas mujeres víctimas del maltrato de sus parejas desisten de las denuncias y terminan reconciliando, así sucedió hace varios años con el caso Dangond, después de que el marido casi la mata, terminó perdonándolo y el padre de la mujer quedó como un zapato, por eso se hace necesario que las mismas autoridades sean las que se encarguen de tomar cartas en el asunto, así la mujer o víctima desista de la demanda, ya que hay lesiones y además hijos de por medio, menores de edad, de ahí que esto se ha convertido en un masoquismo. Por eso, si una pareja no funciona, por cualquier índole, lo mejor es acabar la relación y cada uno por su lado, así de sencillo, pero hay tipos que no se resignan, es lógico y comprensible, más cuando la amaba y su pareja es infiel, pero lo más saludable es acabar la relación a lo bien, porque es peor, para ambos, si la mujer ve que su marido no funciona y no llegan a solucionar nada, mejor divorciarse o separarse, pero no llegar a los extremos de los golpes y porqué no, a un asesinato, pero ha quedado demostrado que en todos los casos hay masoquismo por parte de la mujer.
Enrique Miranda Trujillo