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La gigantesca muralla de Berlín, significó dos filosofía, dos economías, dos políticas, dos maneras de ver la sociedad y la vida. La muralla constituyó el símbolo mayor de la famosa “Guerra Fría”.

Clausuró 97 calles que comunicaban amplias zonas de la capital. La separación se llevó a cabo con Paredes electrificadas, minas, rieles de ferrocarril, torres de vigilancia, bunkers. El muro duró 28 años. Terminó el 9 de noviembre de 1989. Según los investigadores más serios, el muro se levantó por razones políticas y también razones económicas. Los productos alimenticios del “este” pasaban al oeste bajo el estímulo de los mejores precios.

Esto desabastecía y creaba dificultades en “oeste”. Los mejores sueldos para científicos originó el éxodo hacia Alemana Federal. La enérgica decisión de Alemania Occidental de recuperarse después de los estragos de la guerra sorprendió al mundo. Se habló del “Milagro alemán”. Siendo muy joven en 1963 estuve las dos Alemanias y observé el apasionante episodio histórico. En libros y ensayos me ocupé de este asunto.

Todos los pueblos, a la hora de la verdad son solidarios en el tiempo y en el espacio. En este nuevo aniversario de la caída del “Muro de Berlín”, se realizaron varios eventos. El solemne ato académico llevado a cabo en el Capitolio fue extraordinario. Se hicieron reconocimientos al embajador de Alemania Dr. Cristian, hombre dinámico, talentoso y de gran sentido colaboracionista. Su misma esposa, la meritoria ecuatoriana Cecilia de Mertens, ha presidido la Asociación de las Damas Diplomáticas con un altruismo contagioso.

Es mucho lo que nos enseña el pueblo alemán. Disciplina, espíritu de superación, tenacidad, sacrificio, generosidad, capacidad de investigación científica y desprendimiento. Muchas fundaciones como la Konrad Georg Binder protagoniza espléndidas camañas a favor de los colombianos.

Siempre mantiene vigencia aquello de que “la unión hace la fuerza”. Y en época de la Globalización, todos podemos aportar mucho. Se repite que el mundo se convirtió en una “Inmensa aldea”. No solo la economía y la cultura se internacionalizaron. También el delito y el crimen se volvieron multinaqcionales. Unidos seremos invencibles. Unidos somos más y valemos más.

Atentamente,
Horacio Gómez Aristizabal.