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Ante la poca o ninguna importancia que les merezca al gobernador, a la Asamblea, a la alcaldesa, al Concejo y a los funcionarios públicos, que dentro de sus funciones específicas está el atender las quejas, reclamos e inconformidades de la comunidad y a los políticos que lograron la condición de tal mediante nuestros votos, se hace de público conocimientos lo siguiente: el barrio Los Olivos, Primera Etapa, estrato uno, la mayor parte de sus ‘residencias’ no tienen contador y la empresa actual, Energía Social, inició labores quitando la alambrada de cobre de gran grosor que encontró y la suplió por una de aluminio, excesivamente delgada.

Para ahorrarse el poner los contadores y los lectores de los mismos, se ha ingeniado aprovechando la ignorancia y paciencia de la comunidad... para instalar a un totalizador en cada transformador, que capta el consumo global del área que abarca el transformador, y la empresa el dato o consumo global lo divide por la cantidad de usuarios de la respectiva área.

Como resultado de tan ‘ingenioso’ o diabólico sistema, los pobres ayudamos al pago por el consumo del tendero, del dueño del taller, etc., razón por la cual los que antes pagábamos $12.000, hoy en día nos viene cobro por $40.000.

¿Con qué fundamento legal la descarada Energía Social, si no ha censado a los consumidores y no puede aceptarse como justo ni legal, que quien no consume pague lo mismo que quien exageradamente sí consume?
¿Será que tenemos necesidad de acudir a algún organismo internacional o tendremos la suficiente paciencia para esperar la voluntad de quienes actualmente desempeñan los honrosos cargos de gobernador, alcaldesa, diputado o concejal?


Rafael Buendía Sierra
cc 833.617 Barranquilla