En su publicación del 30 de septiembre, con el título: “30.000 cienagueros reclaman solución a la erosión costera”, relata el temor de los habitantes de los barrios cercanos a las playas de la ciudad. Allí el mar no da tregua , día a día se va llevando palmeras, casetas, casas y dentro de poco calles y callejones. Mientras el mar avanza, el Gobernador del Magdalena quiere invertir 18.000 millones de pesos en estudios para que le indiquen dónde van a colocar los espolones. Todo el mundo en Ciénaga, mucho antes de que él naciera, sabe dónde deben ser colocados.
Le escuché decir una vez a un paisa: “Yo conozco el olor cuando hay chorizo”, y me huele –creo no equivocarme– que el tal estudio será un mamotreto ‘fusilado’ de otros tantos estudios de interminables ‘fusilamientos’ parecidos, para justificar un gasto innecesario para el erario, pero provechoso para quienes están, ni tan a la sombra, de estos contratos.
Gobernador del Magdalena, no es estudio lo que le piden los habitantes de Ciénaga, es que inicie ya los trabajos. A Tomasita se la comió el caimán, pero si el mar se traga a los barrios cercanos a la playa, usted será el más cercano responsable por no actuar con la prontitud que requiere la solución del problema de la erosión cienaguera.
Att. Teniente Coronel (r)
Humberto Velásquez Güete