Luego de las elecciones del domingo, el panorama político deja en claro que, de ser reelegido, el presidente Juan Manuel Santos tendrá que asegurar una mayoría más amplia entre los senadores que lo apoyan para asegurar su gobernabilidad desde el Congreso.
Si bien los partidos de la Unidad Nacional –La U, Liberal y Cambio Radical– suman 47 de los 102 senadores elegidos, esto no le garantiza solidez al mandatario. Solo con el apoyo del Partido Conservador aseguraría una amplia mayoría, pues se le sumarían los 19 senadores que la colectividad está eligiendo, pero los azules aún no resuelven sus problemas internos para saber si continúan o no al lado del presidente.
'Los resultados del domingo dejan de presente que lo que tenemos son bancada mediadas y que el Gobierno tendrá que salir a hacer coaliciones', opina Patricia Muñoz, politóloga de la Universidad Javeriana.
Su afirmación apunta a lo que tendrá que hacer el Gobierno para tramitar reformas constitucionales aplazadas y urgentes, como la de la justicia, la salud, la de pensiones y la educación, o la reglamentaciones de leyes controversiales como la del Marco Jurídico para la Paz.
Al margen de ese escenario de las reformas político-administrativas, Santos tiene otro menos complicado en materia de respaldos para sacar adelante las negociaciones de paz con las Farc, opina la politóloga Alexandra García.
En efecto, además del apoyo de los 3 partidos de la Unidad Nacional, Santos recibirá con relativa facilidad el de la izquierda y la centro-izquierda, encarnadas en el Polo Democrático y la Alianza Verde, que suman 10 senadores. Empero, como lo aclaró a EL HERALDO el senador con mayor votación, el polista Jorge Robledo, ese respaldo a los diálogos de la Habana 'no significará un cheque en blanco' para el presidente.
'Este es un nuevo escenario político que comienza a construirse en el Congreso y toca esperar', dice García; Muñoz sostiene que a Santos no le quedará difícil 'armar los respaldos que necesite', echando, seguramente, mano de más ‘mermelada reeleccionista’ –contratos, obras y cuotas burocráticas–.
¿Y Uribe?. De acuerdo con los resultados anunciados por la Registraduría, el Senado 2014-2018 se renovó en un 54,9%.Entre los nuevos se cuentan los 19 congresistas del Centro Democrático, con el expresidente Álvaro Uribe a la cabeza.
Muñoz y García señalan que si bien al exmandatario esa fuerza política no le permitirá obstaculizar un segundo mandato de Santos, coinciden en que hay que esperar para conocer cuáles serán sus estrategias desde el Congreso.
Uribe, en su momento, anunció a este diario que ejercerá un 'control político contra la mermelada' y el 'Gobierno derrochón'. Es decir, se irá por la vía de las denuncias con el propósito de dar más pasos hacia la recuperación del poder presidencial, su objetivo central.
Expectativa po Conservadores
‘La fuerza que decide’ es el lema del Partido Conservador y como hoy pinta el panorama político en el Congreso otra vez tendrá un papel protagónico. Al interior de la colectividad está sin resolver el lío de la Convención y la escogencia de Martha Lucía Ramírez como candidata presidencial, aunque ella ya fue inscrita. De acuerdo con los resultados del domingo, entre 14 y 16 senadores de los 19 elegidos son amigos del proyecto político del presidente Juan Manuel Santos y de su proceso de paz, dijeron a EL HERALDO los congresistas Efraín Cepeda y Roberto Gerlein, quienes sacaron las votaciones más altas del conservatismo en el país. Ellos, y otros parlamentarios, siguen a la espera de que el CNE decida sobre los resultados de la Convención. Si la confirman y la mayoría quiere apoyar a Santos en su reelección, no podrán decirlo públicamente: los acusarían de doble militancia.