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En la XVII edición de la Cátedra Europa organizada por la Universidad del Norte, la excanciller Noemí Sanín presentó en Barranquilla su libro La llegada del dragón, ¿falló La Haya?, en compañía de Miguel Ceballos, director del Instituto de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario y coautor de la obra.

En diálogo abierto con los estudiantes y moderado por la decana de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Silvia Gloria de Vivo, Sanín aseguró que '19 días antes de conocerse el fallo, Nicaragua ya estaba negociando con China un canal que incluía las aguas en litigio' hecho que, según indica, le daba a Colombia la posibilidad de solicitar la revisión de la decisión.

'Encontrar ese documento privado y confidencial firmado por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y los chinos es un hecho nuevo que, aunque se inició antes del fallo, solo pudo ser conocido y empezó a producir efectos el 13 de junio del 2013, cuando la Asamblea Nacional de Nicaragua lo hizo público a través de la ley 840 que oficializó la concesión del canal. Ese negocio secreto es un factor decisivo que, de haber sido conocido por los magistrados, habría influido en su decisión', afirma Sanín.

A su juicio, Colombia 'tuvo todos los argumentos y no fue capaz de defender el territorio nacional'. Resalta que el fallo de La Haya 'pasó por encima' de varios tratados internacionales y no solo afectó nuestro territorio, donde 'rompió la arquitectura de San Andrés y violó los derechos históricos y fundamentales del pueblo raizal', sino la frontera de cinco países, entre ellos Panamá, Costa Rica y Honduras.

Argumentando que las 'casualidades geopolíticas no existen', la excanciller asegura que el Canal de Nicaragua se construirá y que ese acontecimiento marcará 'la llegada del 'dragón chino' al Caribe, 'una de las zonas más ricas en petróleo, gas, agua y alimentación, productos demandados por los asiáticos'.