Los resultados en las elecciones de Senado y Cámara en los departamentos de la Costa –sin desconocer lo sucedido en regiones del interior del país– comenzaron a mostrando una asociación con las denuncias previas de inscripciones atípicas de cédulas.
La Misión de Observación Electoral, MOE, concluyó que lo sucedido está relacionado con la 'cantidad de recursos' que movieron las campañas políticas, con el objetivo de modificar la voluntad de los ciudadanos 'a través de la compra de votos o el ofrecimiento de bienes y servicios' .
Ante esta realidad, Alejandra Barrios, directora de la MOE, considera urgente una reforma electoral de fondo. (Ver entrevista)
Con base en los resultados que entregó la Registraduría, la Misión halló que en la Costa, donde se identificaron 69 de los 200 municipios con sospechosa y atípica inscripción de electores, se dio un 'comportamiento diferente' a lo que sucedió en el resto del país.
En los 7 departamentos costeños los electores no le jalaron al voto en blanco. Frente a esta iniciativa la participación fue del 1 y del 3%, mientras que el promedio nacional llegó al 4 y al 5% y en Bogotá fue del 10% para Senado y del 12% para Cámara.
En cuanto a la participación de los electores, mientras para Cámara y Senado el promedio nacional fue del 47%, en Sucre fue del 65 y el 64%, respectivamente; en Córdoba, Magdalena y Atlántico del 50% y en Bolívar del 47%.
'El comportamiento de la Costa fue muy diferente al del resto del país', advirtió Barrios quien también referenció que aquí hubo bajo nivel de votos nulos y de tarjetones no marcados.
La directora de la MOE se preguntó si eso obedeció a que la gente tenía el incentivo de 'salir a fortalecer la democracia' o mediaron otras razones 'como la compra-venta de votos, el ofrecimiento de contratos, puestos, bienes y servicios y subsidios'.
Para Barrios, una lectura de estos resultados por parte de un extranjero o un extraterrestre les generaría la impresión de que en esta zona del país están los electores con mejor formación política y compromiso con la democracia, cuando en realidad, a juicio de la MOE, todo obedecen a una 'distorsión generada por factores externos al proceso electoral que producen esos altos niveles de votación'. Todo asociado a una 'falta de cultura política' que se refleja en temas como la corrupción (ofrecimiento de dinero) o el constreñimiento de los electores (presiones por trabajo en entidades públicas).
Llamó la atención Barrios sobre que así como en la Costa hubo más municipios en riesgo electoral por la inscripción masiva de cédula, también se dio la 'sorprendente concentración' de votos por candidatos. Citó los casos de Yamina Pestana que en Tuchín, Córdoba, concentró el 55% de la votación; José Alfredo Gnecco, en González y La Jagua de Ibirico, Cesar, sacó el 53 y el 52% de los votos; en Córdoba, Musa Besaile concentró el 57% y Bernardo Elías el 61% de sus votos, y en Atlántico, Laureano Acuña sacó el 84% de los suyos.