Teniendo en cuenta que el pasado 25 de mayo, los colombianos tuvieron la oportunidad de salir a las urnas, y que el próximo 15 de junio habrá un nuevo certamen electoral, vale la pena que los electores tengan en cuenta los beneficios que el Estado otorga por ejercer el derecho al voto.
Según la Constitución Política de Colombia de 1991 en su artículo 258: 'El voto es un derecho y un deber'.
El 15 de junio, durante la segunda vuelta a la Presidencia, los colombianos que depositen su voto en las urnas obtendrán beneficios a través del Certificado Electoral. Quizá el beneficio más importante y llamativo, es el derecho a medio día de descanso compensatorio remunerado, válido hasta por 30 días después de la elección. Por cada elección que se vote hay medio día compensatorio obligatorio.
Otros de los incentivos para votar son: preferencia en becas, subsidios, vivienda y en exámenes de ingreso a la universidad, rebaja en el tiempo de prestación del servicio militar, preferencia para conseguir empleo de carrera con el Estado, descuento del 10% en expedición de la Libreta Militar, Pasaporte y duplicado de la Cédula de Ciudadanía, adicionalmente puede tener 10% de descuento en matrícula para instituciones oficiales de educación superior.
'Estos incentivos hacen parte de un grupo de iniciativas legales que buscan motivar al ciudadano a votar de manera libre y espontánea. No obstante desde el Ministerio del Interior buscamos que los ciudadanos recuerden que su participación en este proceso electoral constituye un valor democrático indelegable e intransferible' sostiene Juan Pablo Castro, Director para la Democracia, la Participación Ciudadana y la Acción Comunal del Ministerio del Interior.
Además manifiesta que 'En ese sentido la invitación desde el Gobierno Nacional está dirigida a motivar a los colombianos y colombianas, para que conozcan y aprovechen los incentivos que la ley ofrece y que el domingo 15 de junio se levanten y voten como una expresión libre de participación ciudadana'.
El potencial electoral en Colombia es de casi 33 millones de personas, sin embargo en la primera vuelta de los comicios presidenciales, sólo votaron un 40% de los colombianos aptos para ejercer este derecho. Este nivel de abstencionismo es el más alto de los últimos veinte años, solamente superado por la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1994 con un 66% de abstención.