En la mesa 4 de la Institución Educativa Distrital Santo Domingo de Guzmán, ubicada en la carrera 2 con calle 78 del barrio El Bosque, de las 336 personas habilitadas para sufragar, solo 70 llegaron el pasado 25 de mayo a ejercer su derecho al voto en la primera vuelta de presidenciales.
En contraste con ello, hacia las 12 del mediodía de ayer, más de 100 ciudadanos ya habían depositado el tarjetón en la urna de esta mesa electoral y continuaban llegando para participar activamente de los comicios.
Un panorama similar se evidenció en los cinco colegios electorales visitados ayer, de los 101 de la capital del Atlántico, según indicaron jurados de votación y varios sufragantes.
Ana María Quintana, a quien le correspondió prestar su servicio como jurado en el Colegio Militar Acolsure, en la calle 76 con carrera 38C, indicó que en su mesa, la número 12, un total de 85 ciudadanos votaron en primera vuelta y, hasta ese momento, restando 3 horas para el cierre de las urnas, la cifra también había superado los 100 electores.
Varios vehículos con propaganda fueron sorprendidos frente a colegios electorales.
'Ese día (el 25 de mayo) en la mañana habían votado la mitad y en la tarde llegaron más personas, creemos que esta vez la cifra se duplicará', expresó Quintana.
La situación en la Institución Educativa Distrital Germán Vargas Cantillo, situada sobre la avenida Circunvalar a la altura de la calle 46, otro de los puntos inspeccionados siguió contrastando con las condiciones en las que se desarrollaron las elecciones legislativas del 9 de marzo pasado, cuando las filas para sufragar salían del colegio electoral, ocupando varias manzanas del sector.
Ciudadanos como Marcela Navarro, concordaron en que, pese a que 'evidentemente el número de electores aumentó en Barranquilla en esta segunda vuelta, la jornada pudo ser mejor'.
'Faltó mucha más gente que se volcara las urnas', apuntó. De las visitadas, la Normal La Hacienda fue una de las zonas con mayor afluencia de electores en la jornada de ayer. 'Parece que esta vez vino más personal que el 25 de mayo. En esa momento no se armaron filas', dijo Josefina González.
El día como jurado. Daniela Andrade y Jorge Vega, ambos de 20 años, fueron escogidos como jurados de votación desde las elecciones de Congreso, por lo que esta es su tercera experiencia. Los jóvenes estudiantes de derecho e ingeniería ambiental, respectivamente, reconocieron que si bien es una actividad agotadora, les ha servido para tener un mayor acercamiento y de primera mano con la coyuntura política colombiana.
Compartir con nuevas personas es una de las oportunidades que los jurados de votación resaltaron frente a la experiencia de haber sido seleccionados para esta labor.
Además, según relataron, han podido conocer 'nuevos amigos'. 'Como no llega mucha gente, ya nos conocemos la vida de todos los de la mesa', estableció Vega entre risas. 'La vez pasada (25 de mayo) nos intercambiamos números y permanecemos en contacto por WhatsApp', indicó Andrade.
Infracciones. Varias irregularidades fueron percibidas durante el recorrido por los puestos. En la calle 73C con carrera 26B, frente en la entrada del Colegio Distrital El Silencio, una buseta esperó por más de 20 minutos a personas que salían del colegio electoral y que uno a uno se iban montando paulatinamente al vehículo.
'Esa seguro fue contratada para traer a la gente a votar porque no tiene placa de ruta, quién sabe cuánto les habrán pagado', aseveró una persona que se encontraba en el lugar. A las afueras o a escasos metros de otros puntos de sufragio, varios vehículos con propaganda política de ambos candidatos estaban estacionados o circulando por la zona.
Curiosidades. La tranquilidad en algunas zonas como la institución educativa Germán Vargas Cantillo era tan palpable, que un gato que se tomó algunas mesas, permaneció husmeando las urnas, 'esperando ansioso' para el conteo, como decían jocosamente electores y jurados.
'A lo mejor cree que son las elecciones en el Zoológico de Barranquilla, cuando ganó la tortuga, pero eso fue en la primera vuelta', dijo una señora que acudió con su hija a sufragar.
En otro sector de Barranquilla, la brisa fue el 'enemigo' de la jornada. Los jurados en el colegio Acolsure, así como funcionarios de la Registraduría, debieron acercarse varias veces a levantar los cubículos de cartón, donde los sufragantes apoyaban el tarjetón para votar, que constantemente se caían al suelo por la fuerza del viento en la zona.