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Según reportes de la Misión de Observación Electoral (MOE) basados en los datos de la Registraduría Nacional, los municipios de Manatí, Campo de La Cruz y Puerto Colombia, en el Atlántico, reportan altas tasas de inscripción de cédulas que superan la media nacional de inscripciones por cada mil habitantes.

Este fenómeno ha prendido las alarmas por la trashumancia histórica que se ha presentado en estos municipios, en los que, sin embargo, la migración masiva de colombianos provenientes de Venezuela (para los casos de Manatí y Campo de La Cruz) y el desarrollo urbanístico (para el caso de Puerto Colombia), son presentados por algunas autoridades y pobladores como explicaciones del aumento desmedido de las inscripciones.

El caso de Manatí. El 30 de noviembre de 2014 Yadira Ortiz llegó de Venezuela para hacerse un procedimiento quirúrgico y con una idea en la cabeza: no regresar al vecino país.

Ortiz es una mujer robusta de un metro sesenta de estatura, cara ancha y cabello negro surcado de canas, casi al rape. Vivió 14 de sus 49 años en Caracas, capital de la República Bolivariana de Venezuela.

Sentada en la terraza de su casa, cuenta que entre las razones que motivaron su vuelta a Manatí, sur de Atlántico, están los problemas que tienen los colombianos 'para conseguir medicamentos y alimentos'.

La mujer hace parte del numeroso grupo de personas que decidió regresar al sur del departamento el año pasado. Migración Colombia estima que para el mes de mayo de 2014 unas 51.842 personas se desplazaron desde el vecino país hacia diferentes partes del nuestro.

Asegura Ortiz que a pesar de estar en el extranjero, votó en el consulado de Caracas para las elecciones presidenciales de 2002, 2006, 2010 y 2014 'cumpliendo con el deber', pero que desde que partió 'en busca de una mejor vida' no ha sufragado por mandatarios locales ni departamentales.

Para las autoridades este éxodo explicaría el aumento masivo en el censo electoral que ha informado con preocupación la Misión de Observación Electoral, MOE, y que EL HERALDO ha consignado en varias ediciones.

El lunes pasado la MOE publicó un listado de 93 municipios en todo el país que presentan altas tasas de inscripción de cédulas, doblando y hasta triplicando el promedio nacional, en el cual quedó estipulado que por cada mil habitantes hay 26.24 inscritos, mientras que en esas municipalidades consignadas cuentan, como mínimo, con un promedio de 52.48.

En el listado, entregado a las autoridades electorales, se encuentra Manatí en el puesto 75 (promedio 57,43). Lo acompañan otros 16 municipios pertenecientes a la región Caribe. Por el Atlántico también está Puerto Colombia, en el lugar 11 (promedio 104,34).

Esta clasificación fue realizada teniendo en cuenta 'el impacto que tienen esas inscripciones sobre la cantidad de habitantes del municipio', más allá del número total de inscritos, que reconocen 'está aumentando conforme se acercan las elecciones', dice en su informe la MOE.

Para Lucyneth Cantillo, Personera de Manatí, las cifras de los registrados desde el 25 de octubre, día en que se abrieron las inscripciones, no son alarmantes. 'Hasta el 4 de junio iban unas 328 personas inscritas', indicó la funcionaria en un despacho que aún no termina de recuperarse del ataque que sufrió el Palacio Municipal por una turba en junio del año pasado. En la base de datos de la Registraduría Nacional está consignado que en 2011 se inscribieron 437 personas. Eso indica que a falta de menos de tres meses para el cierre de las inscripciones, va el 75% de votantes.

El efecto Venezuela

Por los vidrios rotos de la ventana, a través de las rejas, entra el calor sofocante que recorre las calles del pueblo más caliente del Atlántico, según las mediciones del Ideam. Cantillo manifestó que el retorno de los ‘derrotados’ (como son llamados quienes regresan de Venezuela a causa de la crisis), 'podría ser la razón por la que ha aumentado el caudal de votantes'.

Vestida con una bata 'para andar fresca', Yadira Ortiz también cree en la teoría de la personera. Asegura que la mitad de Manatí sobrevivía con lo que mandaban los nacionales 'que fueron a probar fortuna a Venezuela'.

Se pone de pie y hace un semicírculo con su brazo derecho señalando las casas de sus vecinos mientras expresa que 'este barrio es prácticamente venezolano'.

'La facilidad de trabajo estaba en Venezuela y ahora que la situación está difícil de allá hemos tenido que regresar. Lo peor es que en Manatí no hay oportunidades de trabajo', afirma mientras se vuelve a sentar en una silla plástica.

'Lo cierto es que con toda esta gente que hemos regresado las votaciones se van a subir', agregó abanicándose.

Caso de Campo de la Cruz

Igual situación se vive en Campo de la Cruz, otro de los municipios señalados por la MOE de estar en riesgo de trashumancia.

En el municipio se han registrado desde finales de octubre 746 personas, una cifra muy superior a las 500 que estaban habilitadas para los comicios de 2011.

Para el personero municipal, Omar Almanza, la explicación está en la oleada de campocruzanos que han retornado desde Venezuela.

'Calculando creo que unas 3.000 personas han vuelto, de esas 1.000 son adultos, así que uno esperaría que aumentara el censo electoral', asegura desde su despacho.

Dice que 'la mitad del pueblo depende de la economía venezolana'. Incluso va más allá y asevera que 'si nos tomamos el trabajo de preguntar en cada casa, estoy seguro que al menos una persona trabaja allá o viene de allá'.

Sobre las alertas de la Misión de Observación Electoral de que hay más votantes que habitantes en el municipio sureño, Almanza indica que 'según el Sisbén hay 24.402 habitantes y el último censo electoral en 2014 fue de 17.400, entonces no sé de dónde sacan esas cifras. Y eso que aún faltan personas por sisbenizar'.

Lo cierto es que según las proyecciones del Dane, Campo de la Cruz debería tener unos 16.040 habitantes, lo cual no concuerda.

Caso de Puerto Colombia

Puerto Colombia es un caso especial. Según los reportes de la MOE y el aplicativo de seguimiento a las inscripciones con el que cuenta la página Web de la Registraduría Nacional, el municipio alcanzó a fecha del 4 de junio, última actualización, 3.239 inscritos, un 90.55% frente al total de 3.577 personas que inscribieron su cédula en el municipio para las elecciones de 2011.

Ya para el mes de marzo, en la primera consulta de rigor hecha por EL HERALDO, el municipio registraba 1.066 inscritos, un 29.8% frente a 2011, ubicándose para la fecha en el quinto lugar de municipios con mayor porcentaje de inscripción en el departamento. Esta cifra se ha triplicado, a falta de tres meses para el cierre de las inscripciones el 25 de agosto. A la fecha, Puerto Colombia es el segundo municipio con mayor porcentaje de inscripciones del Departamento (superado por Campo de La Cruz con 149.20%) y está en el onceavo lugar a nivel nacional.

'Es que Puerto ha crecido mucho', dice Yahir Velásquez, un empleado del tránsito, mientras se come un raspao sentado en la plaza central del municipio, ubicada a una cuadra de la Registraduría. 'Uno que le toca recorrer las calles se da cuenta. Analice y verá, todas esas nuevas edificaciones que están haciendo por Carulla y la Olímpica (sector de Villa Campestre), eso es Puerto, y esa nueva gente viene a votar acá'.

La explicación de Yahir es la misma de las autoridades de la Registraduría Departamental; en Puerto Colombia –sostiene el delegado del registrador en el Atlántico Youssef Sefair–, 'se ha venido asentando un proceso urbanístico bastante complejo e interesante en materia de vivienda, lo que ha hecho que muchas personas tengan que inscribir su cédula de ciudadanía en este municipio'.

Para Sefair si bien no se pueden desconocer las 'situaciones de una trashumancia histórica en estos municipios', sostiene que el papel de la Registraduría consiste en facilitar el acceso a la información por parte de los ciudadanos y autoridades para que puedan ejercer una verificación de los datos, y denunciar 'una conducta punible que atente contra los mecanismos de participación democrática'.

El delegado explica que un funcionario electoral 'no puede negar la inscripción de un ciudadano', y que el único requisito que se exige es que se presente personalmente con su cédula de ciudadanía. 'Nosotros hacemos una solicitud para que él nos dé una información, entre ella la dirección de la residencia y bajo la gravedad de juramento decimos que la información que nos está dando el ciudadano es totalmente cierta'. agrega.

Denuncias

Frente a la Registraduría municipal de Puerto Colombia, en una casa de rejas negras vive el médico porteño Humberto Rosales, exalcalde del municipio y actual precandidato a la Alcaldía por la Alianza Verde, quien atendió a este medio mientras recogía testimonios entre los vecinos del sector.

Rosales cuenta que viene haciendo 'un seguimiento exhaustivo de la inscripción de cédulas' y que, gracias a la resolución 003 del Consejo Nacional Electoral ha tenido acceso a los formatos E3 que registran la inscripción de las nuevas cédulas, para poder realizar un cruce de bases de datos con el Sisbén, el Fosyga y demás entidades, contrastando así las direcciones de los inscritos con los datos que estas registran.

'De las primeras 1.200 cédulas que cruzamos, encontramos que el 90% eran personas de Barranquilla', dice el médico. Agrega que ha sido un trabajo difícil y que ha tenido resistencia de la Registraduría municipal. 'Hace unos días, por ejemplo, le hicieron borrar unos datos a la joven que nos colabora con el seguimiento a los E3', afirma.

Para Rosales, la trashumancia es evidente, según cuenta, todos los días ve frente a su casa filas de gente, carros y motos que traen personas a inscribirse.

'Tenemos la información de 3.174 personas inscritas hasta el 3 de junio y estamos preparando una demanda ante el CNE', sentencia.

Las denuncias de Rosales tienen eco en lo manifestado por el personero municipal, Manuel Castro, quien también prepara una denuncia sobre el tema, aunque manejan cifras diferentes.

'En la Personería llevamos seguimiento constante a las inscripciones, el último reporte que tenemos es de unos 2.800 inscritos en lo que ha corrido del periodo de zonificación', dice Castro.

El personero recuerda que el fenómeno de la trashumancia es recurrente en el municipio. 'En las elecciones pasadas se eliminaron alrededor de unas 3.000 cédulas', anota. Dice que la mayoría de los trashumantes vienen de Barranquilla.

Puerto Colombia también presenta la particularidad de tener un censo electoral (30.297 cédulas aptas para votar) superior a su censo poblacional (27.216 habitantes).

Esta diferencia de 3.081 votantes, 'podría ser explicada teniendo en cuenta que el corregimiento La Playa era anteriormente parte del municipio, la mayoría de esas personas vota en Puerto y esto también contribuye a aumentar el censo de votantes', comenta Castro.

Nadie ha visto nada

A pesar de las denuncias, de la historia y de la cercanía con la Registraduría municipal, la mayoría de los vecinos del sector afirma no haber notado nada irregular. 'No me he fijado', 'no que yo me haya dado cuenta', o 'la verdad no miro mucho para allá', fueron algunas de las respuestas .