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El miércoles el senado de la república aprobó en último debate la Ley 171, que tipifica y endurece las penas a los agresores que usen ácido para atacar a sus víctimas y solo resta que sea sancionada por el presidente.

Esta Ley, también conocida como ‘Ley Natalia Ponce’, en honor a una joven bogotana que se convirtió en un símbolo de este tipo de casos en el país, incrementa las penas hasta 50 años de prisión y establece multas entre los 644 millones de pesos y los 1.932 millones de pesos, para los agresores con ácido. En caso de que las víctimas sean mujeres o niños la pena se agrava, al ser población vulnerable.

Según el docente investigador de la Universidad Autónoma del Caribe, Harold Ballesteros, en los últimos 5 años se han registrado a nivel nacional 997 ataques de este tipo, siendo las ciudades de Bogotá, Medellín y Cali las que arrojan las cifras más altas.

Ballesteros, quien conduce actualmente una investigación titulada 'La destrucción del rostro femenino o la nostalgia por la pérdida del poder del macho' señala que en la mayoría de los casos las mujeres atacadas 'son mujeres independientes, que laboran y tienen un comportamiento liberal. Ellas reivindican cierto nivel de igualdad con el hombre, esto al parecer exacerba a los hombres a su alrededor por un fuerte sentimiento machista que deriva en violencia'.

Durante los últimos dos años en el país se presentaron 133 casos, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. En 88 de ellos (66%) la víctima fue una mujer.

Cuatro casos de ataques a mujeres con líquidos corrosivos en Barranquilla han sido conocidos por los medios de comunicación desde 2012.

El último de ellos fue el de Yesenia Pérez Garcés, madre soltera de 33 años, ocurrió el pasado 15 de marzo de 2014 a la salida del gimnasio ubicado en carrera 27 con calle 71, del barrio El Silencio, cuando un hombre no identificado le arrojó ácido en la cabeza mientras esperaba un taxi con su hija de 14 años.

El atacante de Yesenia aún no ha sido encontrado, pero a la luz de la nueva legislación, no solo estaría enfrentando una pena más dura, sino que quedaría exento de cualquier beneficio contemplado en la Ley.

De acuerdo con el coautor del proyecto, Carlos Eduardo Guevara, esta iniciativa modifica el código penal y prohíbe la suspensión condicional de la pena, la prisión domiciliaria, y cualquier otro beneficio judicial o administrativo a los victimarios.

Para Roxana Osorio, directora de Comunicación Social de la CUC y líder del movimiento Mujeres Con Poder en Barranquilla, la ‘Ley Natalia Ponce’ es un avance en la protección de los derechos de las mujeres.

'Definitivamente, ese tipo de agresión ha sido tan naturalizado que antes del caso de Natalia (Ponce) no era tipificado en el grado de violencia de género en el que debe ser reconocido. De esta manera y con ayuda de los medios puede lograrse la disminución no sólo de ataques de ácido sino los casos de violencia física y ojalá en algún momento se logre colocar en la agenda la violencia psicológica', señaló Osorio.

Reacción

'Uno carga este dolor por siempre'.

Natalia Ponce, la joven bogotana cuyo rostro fue desfigurado después de un ataque con ácido, y que se ha convertido en un símbolo de estos casos en el país, se mostró complacida con la aprobación de la Ley, y en declaraciones dadas a Blu Radio señaló que: '50 años es bastante tiempo, pero uno va a cargar con este dolor el resto de la vida, es bastante alto y yo pienso que la pena de muerte es hacerle un favor al delincuente (…) estoy satisfecha con que haya subido la pena'.