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Juan Carlos Salas y Hugo Ramos son una pareja que vive en Sincelejo y que gracias al fallo emitido por la Corte Constitucional ayer podrán formalizar su relación de cuatro años por medio del matrimonio civil.

Juan Carlos, un sincelejano de 39 años conoció a Hugo, un barranquillero de 36, en el 2012 y desde entonces ha construido con él una vida de luchas por la defensa de la comunidad LGBTI. Juntos dirigen la ONG, Sucre Diversa, que propende por la protección de las personas homosexuales en el departamento. Además son propietarios de una discoteca en la ciudad.

La decisión de casarse la tomaron el año pasado cuando inició el proceso que ayer culminó con el reconocimiento constitucional del derecho a contraer matrimonio por parte de las parejas del mismo sexo. 'Decidimos que si salía la decisión nos lo hacíamos porque es como una celebración a años de lucha', comenta Hugo.

Dicen que se casarán el 7 u 8 de diciembre y que lo que más celebran es que 'por fin se reconozca el derecho a amar, a tener una pareja y ser feliz'.

'Para nosotros es una gran satisfacción saber que el Estado colombiano reconoce algo que se llama igualdad y vamos ganando esos espacios y esos momentos de igualdad entre nosotros como ciudadanos de primera clase', afirma Juan Carlos.

Aunque ven este como un paso muy importante, resaltan que aún el camino es largo para que la sociedad acepte a personas y parejas como ellos, sobre todo con los altos índices de machismo que se viven en la región Caribe.

'La lucha es mucho más difícil cuando los índices de homicidios, panfletos amenazantes, y la violencia física y verbal son pan de cada mes', recuerda Juan Carlos.

Ambos resaltan que hoy día la sociedad es más incluyente pero que, en especial en la Costa Caribe, se presentan muchas situaciones de victimización a homosexuales 'tan solo por no cumplir con las reglas heteresexistas'.