Compartir:

El papa Francisco condenó la cultura de la desigualdad, que ensalza a los poderosos y desprecia a los humildes, en un mensaje enviado al Jubileo Continental de la Misericordia que comenzó este sábado en Bogotá con la presencia de más de 100 obispos y 16 cardenales.

En un vídeo presentado en la apertura del Jubileo, al que asistió el presidente Juan Manuel Santos, el pontífice invitó a los prelados a 'aprender a dar la mano a todo aquel que está caído, sin miedo a los comentarios'.

'Estamos insertados en una cultura viciada por defender todo lo que pueda atentar contra los intereses de unos pocos, una cultura en la que las minorías étnicas son vistas como amenazas, una cultura que promueve la felicidad de unos pocos en aumento del sufrimiento de muchos', lamentó el Papa.

Francisco dijo que la cultura del mundo moderno 'no sabe acompañar a los jóvenes en sus sueños, narcotizándolos con promesas de felicidades etéreas y que esconde la memoria viva de los mayores'.

Según el Papa, esa cultura 'ha desperdiciado la sabiduría de los pueblos indígenas y no ha sabido cuidar la belleza de sus tierras', lo que ha dejado profundas secuelas en los más necesitados.

'Vivimos en una sociedad herida, eso nadie lo duda, en una sociedad que sangra, y el costo de esas heridas lo terminan pagando los más indefensos', manifestó.

Por eso, llamó a los prelados de la Iglesia Católica a llevar 'el bálsamo' de la presencia de Jesucristo a todos los necesitados y a tratarlos con misericordia, especialmente a 'esos miles de indefensos que caminan en nuestra amada tierra americana'.

'Pastores que sepan tratar y no maltratar, por favor se los pido, que sepan tratar y no maltratar', reclamó el Papa, quien dijo que 'la misericordia se aprende en base a la experiencia' y por eso la iglesia debe ir primero, predicando con el ejemplo.

En la apertura del Jubileo Continental de la Misericordia también intervino el cardenal colombiano Rubén Salazar, quien destacó que este congreso en Bogotá coincide con la exitosa conclusión de las negociaciones de paz del Gobierno colombiano con la guerrilla de las Farc.

El cardenal señaló que Bogotá acoge el Jubileo como 'capital de un país que se apresta a dejar atrás largos años de injusticia y de violencia y a empezar sobre la base del perdón y la reconciliación, bases de la misericordia, una nueva era de justicia, de hermandad y de fraternidad'.

El Jubileo, que finalizará el 30 de agosto, hace parte del 'Año santo extraordinario de la misericordia' convocado el 11 de abril de 2015 por Francisco, con la entrega de la bula 'Misericordiae Vultus' en una ceremonia en el atrio de la Basílica de San Pedro del Vaticano.

En la instalación del Jubileo intervinieron también el prefecto de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), el cardenal canadiense Marc Ouellet, y el nuncio apostólico en Colombia, Ettore Balestrero, así como el presidente Santos.