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El senador barranquillero de La U, José David Name, reiteró en su acostumbrada columna que 'desde el Gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez hasta el actual de Juan Manuel Santos experimentamos una creciente preocupación en relación con la política y la regulación que se desea para el sector energético'.

En este sentido, señala que respecto de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica del país, así como de la oferta y comercialización del gas natural, 'se han escuchado advertencias y problemas de diversos tipos que por no atenderse con la debida anticipación y oportunidad, han colocado a los colombianos frente a una eventualidad de racionamiento de energía y a la escasez y pago elevado de las tarifas de gas natural'.

Plantea así que, en materia eléctrica, 'las características monopolísticas de la generación hidráulica, los desbalances en la transmisión y los desequilibrios en el mercado de distribución, con una empresa como Electricaribe, que en el Caso de la Costa Caribe agudiza la crisis, Colombia paga los platos rotos de una inadecuada planeación del sector y las dificultades por cuenta de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg'.

Critica en este tema que el Gobierno se ha demorado más de dos años en reglamentar la expedición de la ley 1715 de 2013, por medio de la cual se regula la integración de las energías renovables no convencionales al Sistema Energético Nacional, lo que, asegura, 'se ha traducido en un golpe bajo al sector energético y a los usuarios actuales y potenciales'.

Y en el terreno del gas, pone de presente que 'hay dos factores que han golpeado la actividad: durante siete años exportamos a bajos precios un gas natural desde los pozos de La Guajira, pero Venezuela aún no nos devuelve lo vendido, pese a expresar la voluntad para hacerlo'.

Debido a lo que señala que la compra de gas de Venezuela a bajos precios y la operación de la planta de regasificación de Cartagena 'deben conjugarse positivamente dentro de la línea de aprovechar los bajos precios a nivel mundial, en lugar de pagar vez de pagar el gas caro que hoy compramos a Ecopetrol y la ACP'.

Agrega en este sentido que, además, se deben acelerar los temas de infraestructura de transporte para llevar este combustible desde el interior del país a la Costa Caribe, 'lo cual prometió el Gobierno hace más de un año'.

Y concluye que 'el tema del gas natural no puede seguir cojeando en detrimento del desarrollo empresarial y en contra de las tarifas a los usuarios residenciales que no deben seguir encareciéndose. Si bien el tema del dólar incidió porque los precios del gas en boca de pozo se pagan con esta moneda, existen asuntos de oferta y transporte que mejor manejados podrían atenuar el valor final a los usuarios'.

Finalmente, critica el papel del Ministerio de Minas y de la Creg en todo este asunto: 'lo que más inquieta es que no se observa un Ministerio de Minas y Energía actuante y deliberante, con verdadero poder ejecutivo. Entonces sentimos que la política energética está a la deriva y que por cuenta de la Creg, que no se percibe ni para bien ni para mal, la regulación es inexistente'.