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El senador de la Alianza Verde, Antonio Navarro Wolf, propuso en medio de una ponencia alterna 70 modificaciones al proyecto de ley de la Reforma Tributaria Estructural que comenzará a debatirse en el Congreso, de acuerdo a lo previsto, en unas dos semanas.

Entre los planteamientos del legislador de izquierda se cuentan el de no subirle los tres puntos al IVA que propone el Gobierno, aumentar el impuesto a los dividendos en 15% (y no en 10%) -aplicable tanto a personas naturales como a jurídicas-, gravar las remesas con un 5% sobre los giros que se hagan al exterior, crear un impuesto de $150 a las bolsas plásticas y sancionar penalmente el fraude por encima de $250 millones tanto al declarante como a quien elabora la declaración de renta.

Al respecto, señaló que 'uno de los defectos más sentidos de la reforma es que no logra ser progresiva pues todo el esfuerzo del recaudo se hace sobre el IVA y eso no es progresivo. Y el IVA es el impuesto menos progresivo porque lo pagan todos quienes consumen bienes y servicios y termina siendo más gravoso para el pobre que para el rico'.

Además, cuestionó la eficacia de la Dian para luchar contra la evasión y advirtió que 'en 2017 se podrían recaudar $10,5 billones si se hacen las cosas con diligencia y eficencia, de esta manera no habría necesidad de aumentar el IVA, que es lo más impopular de esta reforma'.

También criticó el congresista el hecho de que el Ejecutivo quiera reducir de 5 a 3 salarios mínimos la base salarial para declarar renta, aunque destacó el impuesto a los dividendos al igual que la eliminación de varios de los beneficios que tienen las empresas.

'No todo es malo. Por ejemplo, con la reforma se controlan mucho mejor a las entidades sin ánimo de lucro, se simplifican los impuestos de renta tanto para personas jurídicas como para personas naturales y los impuestos saludables y ambientales. Sobre este último punto, además de gravar el uso de bolsas plásticas, propongo aumentar la tasa de uso del agua para estratos 4, 5 y 6 de las grandes ciudades y consumidores comerciales o industriales', resaltó.

Otras de las 70 modificaciones propuestas por Navarro Wolf son: impuesto progresivo a las altas pensiones que sean de más de $10 millones de pesos mensuales, que los clubes dueños de canchas de golf paguen renta presuntiva de acuerdo al valor patrimonial del terreno donde están esas canchas, que las entidades sin ánimo de lucro que celebren contratos de obras o interventorías con el Estado paguen impuesto de renta, las iglesias seguirán como declarantes no contribuyentes y su declaración será pública, no devolver el IVA a exportaciones de oro en lingotes ni a exportaciones de petróleo cuando los precios sean superiores a US$60 por barril y de carbón cuando sean superiores a US$80 por toneladas y gravar con el IVA a los langostinos, ya que actualmente están exentos pues se consideran elementos esenciales de la canasta familiar.

Y sobre las bebidas azucaradas, el senador verde explicó que apoya este impuesto pero con una modificación que consiste en cobrarle el 10% del precio de venta cuando la bebida o el polvo sea equivalente a un litro y tenga menos de 25 gramos de azúcar o equivalentes y no el impuesto de $300.

A su vez, la senadora liberal Viviane Morales, en el marco del Foro Nacional realizado en el Congreso sobre el Proyecto de Ley de Reforma Tributaria, reprochó 'el desconocimiento que hace al derecho de libertad religiosa y a la autonomía e independencia de las iglesias'.

En este sentido, dijo que 'los impuestos tienen como objetivo satisfacer las necesidades públicas y cumplir con los derechos de la ciudadanía, pero la reforma, en lo que tiene que ver con las iglesias, hace todo lo contrario: buscar impuestos para vulnerar los derechos fundamentales, como es el caso del derecho a la libertad de cultos'.

Concretamente señaló que con la aprobación del proyecto 'las iglesias se verían obligadas a disfrazarse de organizaciones y entidades sin ánimo de lucro, lo cual desconoce los avances que en términos de libertad religiosa obtuvieron las iglesias al partir del año 1991, en especial con la expedición de la Ley 133 de 1994'.

Y concluye que 'las iglesias son iglesias, no son entidades, organizaciones o corporaciones sin ánimo de lucro: son entidades específicas y especiales que desarrollan una labor social importantísima y no me refiero solo a los fines sociales de asistencia, educación y salud sino a la actividad espiritual'.

Rechazó así mismo que la Dian 'se convierta en la entidad encargada de evaluar y aprobar el objeto social y la actividad meritoria de las iglesias y que Colombia sea el único país del mundo en el que las Iglesias tengan que inscribirse ante las cámaras de comercio'.

Finalmente, aseguró que la reforma 'se inmiscuye en la organización interna de las iglesias' al disponer que solo el 30% de los ingresos de una iglesia se puede destinar a la nómina directiva y al representante legal.

En respuesta, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, tras finalizar este viernes la Junta Directiva del Banco de la República, reiteró que el país debe entender la importancia de aprobar este año la Reforma Tributaria.

'Algunas firmas calificadoras ya han hecho explicita su posición con respecto a que, de no aprobarse el proyecto, la Nación estaría comprometiendo su calificación crediticia, generando efectos en el crecimiento de la inflación', advirtió.

Y añadió al respecto que 'debemos entender la oportunidad y la urgencia de aprobar la Reforma Tributaria, si no lo hacemos vamos a comprometer la calificación BBB con lo cual se podría generar una mayor devaluación del peso, es decir una tasa de cambio más alta y eso podría generar presiones inflacionarias'.

Concluyendo, por ello, que 'la visión económica que buscamos es que la Reforma Tributaria nos ayudará a mejorar el crecimiento económico, a evitar más inflación y por eso vamos a trabajar incansablemente, ese es nuestro objetivo'.