La zona veredal transitoria de ubicación para la concentración de unos 220 hombres y mujeres del Bloque Caribe de las Farc, ubicado en la vereda Pondores, sur de La Guajira tiene una extensión de cuatro hectáreas, y en él se establecerán uno o dos campamentos para el albergue de los combatientes, mientras se surte el proceso de desarme y desmovilización.
Así lo explicó el General del Ejército, Javier Flórez, comandante del Comando Estratégico de Transición, quien llegó al sitio donde funciona el puesto local para el mecanismo de monitoreo y verificación de la ONU, el Gobierno y las Farc, para dar a conocer detalles de esta zona, que será similar a las 27 que en total funcionarán en el país dentro del proceso de paz.
'Hemos estado cumpliendo. Gobierno y Farc, con lo acordado en La Habana, para la concentración, cese bilateral del fuego y dejación de armas, avanzando en las 20 zonas veredales y los 7 puntos de transición', dijo.
Señaló que 'este punto en Pondores tiene un límite territorial donde las Farc va a estar dentro de la zona y va a tener uno o dos campamentos, con ellos van a estar dos representantes de las Naciones Unidas que garantizarán que todo el armamento que entreguen va a estar en un contenedor; dentro de esas zonas los hombres y mujeres de las Farc pueden vestir de civil, y sin armas; pero dentro del campamento podrán tener sus armas y sus uniformes'.
Alrededor de la zona hay un límite de un kilómetro, que es de seguridad. 'Allí no pueden estar ni las Fuerzas Armadas de Colombia, ni las Farc, y eso lo va a monitorear Naciones Unidas con el mecanismo tripartito, de igual forma habrá un área de recepción donde llegarán las familias y civiles en un sitio que se acordará entre las dos partes, afuera de la zona se estableció una sede local de monitoreo, que tendrá 12 integrantes de Naciones Unidas, 9 de las Farc y 9 del Gobierno, quienes fueron capacitados por la ONU, al lado del mecanismo hay una zona de protección.
'Posteriormente habrá un puesto de las Fuerzas Armadas de Colombia para la seguridad, que va a tener un batallón en el área general cuidando que no haya otros actores armados que vayan a atentar contra el proceso, y habrá un puesto de control de la Policía en terreno para verificar que no vaya a haber personas con armas que puedan atentar contra las personas que están en la zona'.
Sostuvo que el campamento contará con todas las comodidades y será de construcción mixta, es decir que el Gobierno con sus proveedores aporta los materiales y logística, mientras las Farc se encargan de su construcción en las zonas comunes como alojamiento y habitaciones.
La sede local para monitoreo
En seis carpas blancas, en medio de un terreno descapotado entre la vegetación, al pie de la serranía del Perijá, a 15 kilómetros del municipio de Fonseca, está ubicado el mecanismo de monitoreo y verificación tripartito en la vereda Pondores, sur de La Guajira.
Allí conviven 11 policías, 3 integrantes de las Farc, 6 de las Naciones Unidas y 3 del Gobierno Nacional, que integran hasta ahora este componente encargado de supervisar el cumplimiento del proceso para la dejación de armas y la desmovilización en este punto de una parte del Bloque Caribe de esta guerrilla; la otra lo hará en la vereda Tierra Grata, en San José de Oriente, norte del Cesar.
En una de las carpas está el alojamiento con cubículos que hacen de habitación. Allí los miembros de las Farc, los policías y delegados de la ONU duermen, cuentan con camas pequeñas, mesa de noche y algunos usan toldos para escapar de los mosquitos. En otra de las carpas se encuentra un comedor donde comparten los alimentos. Lo que más golpea, especialmente a los delegados de la ONU y a los miembros de la Fuerza Pública y Gobierno, son las altas temperaturas. 'Soportamos por estos días hasta 40 grados bajo las carpas', dice uno de los misioneros de la ONU, para calmar un poco el calor cuentan con potentes abanicos.
El sitio cuenta con un tanque de combustible del que se abastecen los vehículos, camionetas, utilizados para las labores de monitoreo; tienen un acueducto que se surte del agua de una fuente cercana, con sistema de purificación para hacerla apta para su consumo, y uno alterno con pozo profundo; además de baños; y generadores de energía.
A Pondores se llega por un camino destapado que en estos días es rehabilitado por soldados del Batallón de Ingenieros para facilitar el acceso no solo de las comisiones, sino de los víveres y materiales hasta donde se construirán el campamento de las Farc.