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El próximo jueves 19 de octubre se sabrá si definitivamente el Partido Liberal le solicita a la Registraduría Nacional realizar la consulta popular abierta en la que esta colectividad escogerá a su candidato presidencial, mecanismo que ya fue definido hace tres semanas en el congreso nacional, pero que a este momento es incierto que se convoque.

Son muchas las razones que llevan a dudar para la realización de la votación. La primera es que por ahora el Partido Liberal es el único que hará una consulta abierta y la misma le representará a la Registraduría Nacional hacer un gasto de por lo menos $35.000 millones para disponer de toda la infraestructura, en una jornada que desde todos los cálculos se prevé en el mejor de los escenarios no llegue a los 800.000 votos.

Además aún no está claro por parte de las propias directivas del partido cómo se haría la consulta, es decir, si es de forma abierta en las urnas a todos los ciudadanos o si sólo será para los afiliados al partido. Tampoco se ha definido si se permitirá la votación electrónica o voto por internet.

Esa cantidad de sufragios preocupa en demasía a los jefes liberales, porque la consulta tiene muy poco tiempo para la campaña, pues por la forma en que está diseñada es para que salgan a votar sólo las llamadas maquinarias, en una temporada electoral considerada como fría. Eso significa que en los cálculos realistas no habría más de 500.000 votos, una cantidad que los deja muy mal parados para hacer una coalición con otros sectores.

Así está la competencia

La campaña como tal de la consulta es otra cosa que preocupa. El único que arrancó de lleno fue el exministro Juan Fernando Cristo, quien incluso este fin de semana festivo estuvo de gira por Santander y Norte de Santander, en donde por ejemplo se oficializó el respaldo del jefe liberal Horacio Serpa.

Sin embargo, a Cristo quien arrancó la aspiración con un respaldo de al menos del 80% de la bancada de congresistas, el apoyo ha venido bajando de forma importante. Esto, según se dice, es porque el expresidente César Gaviria, el jefe del partido, ha empezado a mover el nombre del exnegociador Humberto de la Calle.

A Cristo se le han ido del lado, por ahora, respaldos importantes con los que contaba, como por ejemplo la representante a la Cámara, Olga Lucía Velásquez, e incluso el senador Luis Fernando Velasco, quien estaría próximo a dejar su precandidatura para adherir a De la Calle y además para hacer frente a un escándalo de contratación en la que quedó involucrado.

Humberto de la Calle, por su parte, sigue en los recorridos regionales, pero no hace de lleno campaña. Por ejemplo, este fin de semana no estuvo en actividades públicas sino programáticas. El exnegociador tendría ya asegurado el respaldo de jefes liberales como Alejandro Carlos Chacón y Álvaro Ashton, además de otros representantes que son considerados del ala 'simonista', es decir del exjefe de Planeación Nacional, Simón Gaviria.

Acercamientos

César Gaviria, en su condición de jefe del Partido, ha realizado en la última semana y media al menos tres reuniones, en las que han estado los candidatos Cristo y De la Calle, e incluso compromisarios de los mismos. El objetivo de Gaviria es que el liberalismo no haga la consulta por las razones anteriores y se concerte al candidato.

La propuesta es concreta: que Cristo ceda y acoja el nombre de De la Calle, de quien tampoco se descarta reciba el apoyo del otro precandidato, el senador Edinson Delgado. Si Cristo se retira, sería el jefe del partido liberal después de las elecciones de marzo, cuando se elige el Congreso de la República.

El exministro Cristo tiene claro que su nombre ha empezado a disminuir en respaldo de parte de los congresistas, como también que no figura de forma importante en las encuentas, incluso en la más reciente era triplicado por De la Calle.

Gaviria ha insistido, ahora, en buscar que haya un candidato por consenso debido a que existe la duda sobre si el liberalismo, al convocar una consulta popular ya para escoger a su candidato, no puede hacer alianzas para la primera vuelta, porque así lo determina una nueva ley que definió temas de participación.

Por eso, están a la espera de un concepto que solicitaron ante el Consejo de Estado para saber si es definitivo que no pueden hacer coaliciones para mayo de 2018.

Una última razón que ha analizado Gaviria es que el partido tiene sus cuentas en déficit, por lo que ir a una consulta sería un mecanismo para tener reposición de votos o, también, para que sea sancionado de no persistir con su aspirante hasta la elección.

Para este martes se tiene prevista una nueva reunión en la cual el Jefe del liberalismo persistirá en que haya una concertación para el candidato, pero es claro que la respuesta sólo se conocerá el mismo jueves 19 de octubre.