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A poco más de un año de la refrendación del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc, y su ejecución en los próximos quince años, el tercer Seminario Europaz, realizado en el marco de Cátedra Europa Uninorte, analizó el estado y las perspectivas de la cooperación de la Unión Europea (UE) para la paz en Colombia.

Markus Thiel, profesor de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de la Florida, abrió la jornada explicando el enfoque que tiene la organización internacional en la protección general de los derechos humanos. 'La UE no solo se ve a sí misma como un gran bloque político y comercial, sino también como un conjunto de estados protectivos de la normatividad, aunque no siempre lo cumple', señaló.

De igual forma, María Jardio, delegada de la UE para la cooperación en Colombia, se refirió a la misión y los programas desarrollados por la comisión. 'Colombia es uno de los países socios más prominentes para la Unión Europea en la región. Aquí trabajamos en tres dimensiones principalmente: el diálogo político, la política comercial y la cooperación para el desarrollo', puntualizó.

Varios instrumentos de cooperación se utilizan actualmente de forma complementaria para fomentar el desarrollo territorial sostenible y contribuir al alcance de una paz duradera, como la cooperación bilateral, el Fondo Fiduciario Europeo para la Paz en Colombia e instrumentos temáticos.

'Queremos ayudar a fomentar la democracia, la buena gobernanza y el Estado de Derecho. Nuestro personal de ayuda humanitaria, por ejemplo, trabaja para las emergencias, pero también apoyando a las personas afectadas por el conflicto armado. Esto es importante, tomando en cuenta que Colombia tiene el mayor número de desplazados internos en todo el mundo', argumentó la delegada.

Según cifras del Registro Único de Víctimas, desde 1985 hasta 2018, 7,3 millones de colombianos han sido víctimas de desplazamiento, un millón más a las registradas en Siria. Entre 2002 y 2008 fueron los años en los que más víctimas de este delito se registraron en el país, con 3,8 millones de desplazados internos.

Fortalecimiento institucional de Holanda

Desde que comenzó el posconflicto en Colombia, Holanda ha hecho inversiones cercanas a los 1,5 millones de euros, entre importaciones y exportaciones, y cerca de cuarenta mil visitantes holandeses han llegado al país, según explicó el delegado de Asuntos Económicos para el Reino de los Países Bajos en Colombia, Joris Jürgens. Para él, este incremento comercial, económico y político se da gracias a la mejoría que ha tenido Colombia en su percepción internacional.

Jürgens destacó el 'amplio esfuerzo realizado' y el compromiso que han adquirido con el apoyo al proceso de paz, no solo a través de la Unión Europea sino también con la colaboración directa y la inversión privada. Considera que la consecución de la paz y 'el fortalecimiento de la institucionalidad' en el país han sido dos de los puntos de trabajo más importantes en el que los Países Bajos se ha enfocado, con su apoyo en los diálogos con el ELN y como veedor en el posconflicto con las FARC.

Para el funcionario, los colombianos son gente 'muy positiva que cree en su país'. 'La relación con Colombia es verdaderamente importante para nosotros, hay mucha más confianza en su situación y esto se traduce indirectamente en empresas que están entusiasmadas de invertir', señaló. El diplomático enfatizó en la importancia que para los Países Bajos tiene el proceso, considerando que son 'la única nación europea que puede decir que es vecino de Colombia, gracias a la cercanía de Aruba y Curazao'.

La apuesta de Italia por el campo

Italia es uno de los países con mayor conocimiento de agrobiodiversidad en el mundo y gran parte de su apoyo está enfocado en fortalecer el campo colombiano, según lo manifestó el encargado para la cooperación de la embajada de Italia en Colombia, Luca De Paoli. Señaló que nuestro país tiene un gran potencial, con miras de convertirse en una 'despensa comercial' que distribuya productos del campo en el mundo.

Destacó que hace diez años su país no entregaba apoyos directos de cooperación a Colombia, pero que el posconflicto ha hecho que los italianos vuelvan a poner sus esfuerzos para impulsar el desarrollo en el país, con el trabajo conjunto entre lo público, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo y la empresa privada.

'Para Colombia aún no existe un programa, pero la línea de trabajo podemos resumirla en desminado humanitario y militar, desarrollo agrícola, apoyo a los diálogos con el ELN en Quito y estamos trabajando en la reinserción con excombatientes de las FARC', explicó.

De las cuatro oficinas regionales que Italia posee en América, una de ellas está ubicada en Colombia. La razón, destacó De Paoli, es que desde la visita del primer ministro italiano Matteo Renzi, en 2016, Colombia ha mantenido relaciones cada vez más cercanas.

El Trust Fund EU (Fondo de Confianza de la Unión Europea) también ha sido uno de los medios a través de los cuales Italia ha colaborado con el posconflicto. Con una inversión aprobada de 3,7 millones de euros para proyectos de desarrollo rural, gobernanza de los territorios y acciones culturales en el departamento de Putumayo, además de un proyecto de 4 millones de euros a implementarse en los departamentos de Nariño, Cauca y Guaviare.

La acción diplomática de Francia

Francia no está entre los países europeos que han sido veedores en los diálogos de La Habana o de Quito, pero de acuerdo con el consejero encargado de la cooperación internacional de la embajada de Francia en Colombia, Jean Druette, hechos como la paz 'pueden ser de inspiración para otros'. Señaló que como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU están llamados a 'ratificar y hacer veeduría' del proceso.

Druette resaltó el apoyo que su país ha gestionado para Colombia, a través del Fondo para la Cooperación Internacional de la Unión Europea y la Agencia de Cooperación Francesa para el Desarrollo, la cual ha contribuido al proceso con una inversión cercana a los tres millones de euros.

'El primer apoyo es político. Con apoyo a través de nuestra acción diplomática, con el diálogo que tenemos con todas las instituciones colombianas y, obviamente, con la sociedad civil, las incidencias que hacemos sobre casos problemáticos y las visitas a las regiones más afectadas', expresó.

De acuerdo con el diplomático, la buena imagen de Colombia ha atraído más turistas franceses al país y hechos como el año Colombia-Francia, realizado en 2017, son muestras de la importancia del intercambio binacional en temas culturales y económicos. Sin embargo, advirtió que es necesario tener ciertas 'precauciones' para una implementación efectiva del acuerdo, sobre todo en los territorios donde 'el Estado históricamente no ha llegado'. El acuerdo, dijo, es una tarea 'inmensa y a largo plazo', y hechos como los acontecidos en Tumaco o los asesinatos de líderes sociales y defensores de los derechos humanos pueden ser un gran impedimento.