Una serie de reuniones entre el presidente Juan Manuel Santos; la delegación de paz del Gobierno, encabezada por el historiador barranquillero Gustavo Bell y los representantes del Eln para los diálogos de paz, comandada por alias Pablo Beltrán, deberá arrojar esta semana la nueva sede de las conversaciones entre las partes luego del retiro de Ecuador como garante del proceso el pasado 18 de abril.
En la idea de que, máximo en 15 días se reanude la mesa en su quinto ciclo de diálogos, el Ejecutivo y la guerrilla definirán en los próximos días si Chile acogerá las conversaciones de paz con el ahora primer grupo subversivo del país tras el acuerdo de paz con las Farc hace más de un año.
El miércoles pasado, el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, informó que su Gobierno tomó la decisión de frenar su condición de garante de la mesa en ese país hasta que el ELN suspenda 'las actividades terroristas'.
'Le he solicitado a la canciller de Ecuador que frene conversaciones con el Eln y nuestra condición de garante de ese proceso de paz, mientras el ELN no se comprometa a dejar esas actividades terroristas', dijo el jefe de Estado del país vecino a medios de comunicación.
El anuncio se dio luego de que la disidencia de las Farc, lideradas por alias Guacho, secuestraran y asesinaran a dos periodistas y a un conductor que trabajaban para el diario ecuatoriano 'El Comercio'. El pasado 13 de abril se confirmó que Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra habían muerto.
A ese hecho se sumó el supuesto secuestro de una pareja de ciudadanos ecuatorianos, también a manos ‘Guacho’, en la zona de frontera.
Por su parte, María Ángela Holguín, informó que luego de conocerse la decisión del Gobierno ecuatoriano de retirarse como país garante del proceso de paz con el Eln, Colombia tomó la decisión de trasladar los diálogos a otro de los países garantes: Chile, Brasil, Cuba o Noruega.
La ministra de Relaciones Exteriores añadió que el Gobierno dispuso el despliegue de 12.000 soldados y policías con puesto de mando en el municipio de Tumaco para las campañas Atlas y Perseo, con el fin de reforzar la seguridad, y agregó que para el resto de la zona fronteriza hay 57.000 miembros de las Fuerzas Armadas en la Operación Zeus.
