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La avalancha que se desató con la decisión adoptada por el Inpec de trasladar a ‘Jesús Santrich’ desde el Hospital El Tunal, hasta una sede del Episcopado Colombiano en Bogotá podría crecer mucho más en los próximos días, pues aún falta por pronunciarse uno de los protagonistas principales de la historia: Estados Unidos.

Hasta ahora los únicos que han salido a dar explicaciones en esta especie de nuevo melodrama nacional son los actores colombianos, empezando por el propio vocero de las Farc, quien envió un mensaje a quienes han intercedido por su situación jurídica y su salud: 'Firme en mi batalla por la dignidad. Ningún tipo de negociación ha habido para que se de este gesto humanitario, apegado al ordenamiento legal', escribió ‘Santrich’.

El gobierno a través del ministro y el viceministro de Justicia, también debió capotear la tormenta desatada. El ministro, Enrique Gil Botero, aclaró que la Fiscalía General sí fue informada sobre el traslado del jefe de las Farc -capturado por ese organismo investigador por, al parecer, conspirar para el envío de 10 toneladas de cocaína a los Estados Unidos- y defendió la medida, bajo el argumento de que la prioridad es 'mantener a ‘Santrich’ sano y salvo'. El viceministro, Carlos Medina, por su parte, sostuvo que 'el Gobierno debe dar garantías para que ‘Santrich’ no se muera'.

El senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, uno de los que intercedió por ‘Santrich’, junto al exministro Álvaro Leyva, alegó razones humanitarias, pero también sostuvo que 'la justicia nacional debe priorizarse sobre la internacional, aún después de la firma del acuerdo de paz con las Farc'.

La Iglesia Católica también se pronunció y dejó en evidencia que no todos los jerarcas comparten la controvertida decisión. Por una parte, el Episcopado en un comunicado afirmó que 'esta acción humanitaria no pretende en modo alguno obstaculizar los procesos judiciales', mientras que monseñor Pedro Fernando Mercado, presidente del Tribunal Eclesiástico Arquidiocesano, cuestionó los alcances de la decisión: 'Con el traslado de ‘Santrich’ a una sede eclesiástica se crea un grave precedente jurídico y moral'.

Pero más allá de los múltiples pronunciamientos sobre el traslado de ‘Santrich’, unos a favor y otros en contra, lo cierto es que todavía falta por escuchar la voz de quién está más interesado en la suerte del jefe de las antiguas Farc y congresista de la nueva Farc: Estados Unidos. El ‘Tío Sam’ no solo dice tener las pruebas que demostrarían la condición de narcotraficante de ‘Santrich’, sino que lo quiere tener en una de sus cárceles, como ocurre con Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad.

La única razón por la cual ‘Santrich’ está en huelga de hambre desde hace más de 30 días, cuando aún estaba en La Picota, es porque sobre él pesa una orden de extradición hacia los Estados Unidos, proferida por un tribunal de Nueva York que lo señala de aliarse con el Cártel de Sinaloa para pretender ingresar a ese país 10 toneladas de cocaína. No es, pues, un asunto menor. Ante esta situación tan delicada, ‘Santrich’, al igual que Pablo Escobar y que todos los integrantes del llamado 'Grupo de los Extraditables', quienes sembraron terror en el país en los años 90, habría optado por 'una tumba en Colombia' en lugar de 'una cárcel en Estados Unidos'.

El jefe de las Farc tomó la decisión de forma autónoma y voluntaria de declararse en huelga de hambre para tratar de impedir que la solicitud de extradición de Estados Unidos se materialice. Y ese hecho es el que tiene en vilo no solo la salud y la vida de ‘Santrich’, sino la suerte de la negociación con las Farc.

De comprobarse que ‘Santrich’ narcotraficaba con el cartel de Sinaloa, como dicen la DEA y la Fiscalía General, eso significa que quienes tienen que dar explicaciones contundentes son las Farc y no los Estados Unidos y la Fiscalía, en cabeza de Néstor Humberto Martínez, 'graduado' por los jefes del antiguo grupo guerrillero como 'enemigo de la paz'. Las pruebas de la DEA contra ‘Santrich’ no se conocen en Colombia, pero autoridades nacionales sí tienen conocimiento de sus verdaderos alcances. El propio presidente Juan Manuel Santos, cuando trascendió la captura de ‘Santrich’, las calificó como 'contundentes y concluyentes'.

Por eso es importante que Estados Unidos aparezca es escena, algo que por ahora no será nada fácil, pues las pruebas de la DEA solo se conocerán durante el juicio a ‘Santrich’. Es decir, cuando ‘Santrich’ esté ante una corte de ese país, luego de ser extraditado. Mientras tanto, el presidente Santos a pocas semanas de abandonar la Casa de Nariño tendrá que decidir si confía en su mejor aliado no solo comercial, sino en la lucha contra el narcotráfico, como es Estados Unidos; o si confía en los jefes de las Farc, uno de los cuales es señalado por su mejor aliado de ser narcotraficante.

¿Qué hay en juego con el traslado de ‘Santrich’? ¿Peligra la paz con las Farc? ¿Quién tiene la razón: Estados Unidos o las Farc?