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Hay mucho que procesar en las primeras elecciones nacionales después de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc. Sin una participación abierta de esta guerrilla desmovilizada y con una ausencia flagrante del presidente Juan Manuel Santos en la campaña, la primera vuelta trajo lo que las encuestas previeron: un enfrentamiento en segunda ronda entre el uribista Iván Duque y el exalcalde Gustavo Petro. Por primera vez en la historia del país, los representantes de un bloque conservador y de un bloque de izquierda definirán el próximo ocupante de la Casa de Nariño.

Estos 10 datos de la jornada electoral del domingo pasado ayudan tanto a entender qué pasó en la primera vuelta como la línea de partida para la segunda vuelta en tres semanas:

53,38%

Este es el histórico porcentaje de participación de los colombianos este 27 de mayo. Más de 19,6 millones de votos fueron depositados en el país, superando en más de 6 millones el número de sufragios de la primera vuelta de 2014. La abstención fue una de las derrotadas del domingo.

Uribismo 2.0

Iván Duque obtuvo más de 1,4 millones de votos adicionales a toda la votación de la consulta de la derecha del pasado 11 de marzo. Esto le brindó 10 puntos porcentuales más en comparación con el desempeño de Óscar Iván Zuluaga en la primera vuelta de 2014. Esto implica que la candidatura uribista está efectivamente atrayendo un nuevo bloque de votantes –incluyendo grupos cristianos como el Mira– que serán cruciales para mantener la diferencia en la segunda vuelta.

Petro hace historia

Con una votación de 4,8 millones de votos, Gustavo Petro se convierte en el dirigente de izquierda más votado de la historia de Colombia y el primero en pasar a la segunda vuelta. Nunca una aspiración originada a ese lado del espectro ideológico había estado tan cerca de la Casa de Nariño.

El profesor Fajardo sacó 2,9

Como lo midió la última ronda de encuestas, el exgobernador Sergio Fajardo repuntó en las últimas dos semanas de campaña. Apelando al voto útil la Coalición Colombia se posicionó como la única capaz de frenar el regreso del uribismo al poder. Esta nueva ‘ola verde’ quedó a tan solo 261 mil votos, 1,35 puntos porcentuales, del tiquete a la segunda vuelta.

La debacle de Vargas Lleras

Uno de los mayores derrotados del pasado domingo es Germán Vargas Lleras. A pesar de haber construido una red de maquinarias políticas regionales –que incluían la casa Char en el Atlántico–, el ex vicepresidente terminó sacando el resultado negativo que las encuestas le registraban: 7,28 por ciento. Con menos de millón y medio de votos, Vargas Lleras obtuvo más de 700 mil votos que su partido, Cambio Radical, ganador de las elecciones del 11 de marzo. El bajísimo apoyo a la aspiración vargasllerista confirmó que, ante una alta asistencia a las urnas, las maquinarias no influyen como en los comicios parlamentarios.

El Caribe está en juego

El vacío generado por la debacle de Vargas Lleras lo está llenando el pulso entre Petro y Duque. Mientras el candidato de la Colombia Humana ganó en La Guajira, Atlántico, Sucre y Córdoba, el aspirante uribista hizo lo propio en Cesar, Magdalena, Bolívar y el archipiélago de San Andrés. Si bien Petro ganó en el total de votos regionales, la diferencia de tan solo 87 mil votos muestra que el uribismo tiene con qué disputarle la hegemonía a la izquierda. La importancia estratégica de la Costa Caribe en la definición presidencial se reeditará en la segunda vuelta del 17 de junio.

La peor derrota

Otro derrotado del domingo es el Partido Liberal y su jefe, el expresidente César Gaviria. Con 2 por ciento de la votación, Humberto de la Calle se convierte en el candidato oficial del Liberalismo con peor desempeño en una elección presidencial. El contraste con el 12,4 por ciento que los rojos obtuvieron en las elecciones parlamentarias del 11 de marzo confirma que el exjefe negociador con las Farc nunca gozó del respaldo real de sus copartidarios.

Bogotá, la alternativa

La capital del país fue la única región donde ganó Sergio Fajardo con el 33 por ciento de los votos. Si se suma el apoyo recibido por Gustavo Petro –30 por ciento– dos de cada tres votos capitalinos se depositaron a favor de fuerzas alternativas al binomio Uribe-Santos que ha caracterizado la política nacional en los últimos ocho años. Lo anterior convierte al Distrito Capital en un interesante campo de batalla con miras a la segunda vuelta. De cuánto le recorte Duque a Petro en Bogotá, dependerá el sostenimiento de la brecha de 14 puntos que hoy tiene el uribismo.

Antioquia, el bastión uribista

Como era de esperarse, Iván Duque ganó la primera vuelta en Antioquia con el 53 por ciento de los votos. Petro, por su parte, no alcanzó siquiera al 10 por ciento y Fajardo ocupó el segundo lugar con el 28 por ciento. En una segunda vuelta, Antioquia junto a otros departamentos de comportamiento similar –como Huila, Tolima y Norte de Santander– serán vitales para que el uribismo gane las mayorías.

La mitad más uno

La suma de los votos de Petro, Fajardo y De la Calle alcanza el 50,87 por ciento de la votación de la primera vuelta. Este cálculo le da a la campaña petrista un estrecho margen de maniobra para lograr esta coalición de fuerzas hacia la segunda vuelta. La atracción de Duque de, por ejemplo, los apoyos fajardistas en Antioquia, obligarían a Petro a compensar con más votos en Bogotá o en el Caribe. En el enfrentamiento en segunda vuelta entre el uribismo y la izquierda, las fuerzas conservadoras parten con algo de ventaja.

pachomiranda@hotmail.com