A menos de cinco horas de que se posesionen los nuevos congresistas de la República, la conformación de la principal mesa directiva, la del Senado, es aún una incertidumbre, al punto que el Centro Democrático, el partido del presidente entrante, Iván Duque, la podría perder para este primer año.
El 'enredo' en que se ha convertido esta puja política, se da porque los acuerdos no se han concretado. En primer lugar hasta este momento al interior del Centro Democrático, a quien les correspondería la primera presidencia por ser el más votado.
El uribismo tiene 19 senadores, y al interior del mismo están aspirando el huilense Ernesto Macías, de quien se asegura es quien tiene el guiño del presidente Duque, y la otra aspirante es la antioqueña Paola Holguín, a quien la respaldan cerca de la mitad, es decir el ala del uribismo que es más cercano al excandidato Óscar Iván Zuluaga.
A esta situación que vive el uribismo a su interior se suma que los compromisarios no han encontrado un acuerdo para definir cómo quedarán las mesas directivas durante los cuatro años, las cuales se conformarían con las mayorías que estaría alcanzando la coalición de gobierno que espera tener Iván Duque.
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Las complicaciones al uribismo se dieron desde que esta semana los partidos Centro Democrático y la U anunciaron que se unen para trabajar en el Congreso, es decir, que con 86 congresistas (30 senadores y 56 representantes) se convierten en la bancada más grande al interior lo cual les daría mayor representación.
Ha trascendido que el excandidato presidencial, Germán Vargas Lleras, jefe de Cambio Radical, es quien está liderando esa nueva realidad, al punto que buscaría que la primera presidencia del Senado, es decir la que arranca esta tarde sea para su partido y no para el Centro Democrático.
Incluso se habla de que esta alianza Cambio-La U podría llegar a un pacto con los partidos de la oposición para ganar esa dignidad, esto si al interior de la coalición que apoyará a Duque no se encuentra un acuerdo.
El senador Ciro Ramírez, del Centro Democrático, sostuvo que esta situación 'no es nueva, cada cuatro años vemos las complicaciones de los acuerdos de los diferentes partidos, esto se repite y más las personas que saben cómo se maneja el Congreso. Hay que tener pies de plomo y cabeza fría para tener la coalición lo más pronto posible'.
Hasta la noche del jueves se había pactado que la coalición Cambio-La U tendrían presidencias tanto en el Senado como en la Cámara, para lo cual le quitarían la que le corresponde al Partido Conservador en la Cámara, situación que llevó a que la entrante vicepresidente de la República, Marta Lucía Ramírez, expresara su molestia porque están desconociendo a su partido en los acuerdos.