Dirigentes gremiales y académicos expresaron su opinión acerca de los retos que debe asumir quien llegue al primer cargo público del Atlántico en el periodo 2020-2023.
Para Gabriel Orozco Restrepo, Ph.D., el gran reto consiste en convertir los espacios en entornos seguros y amigables para los ciudadanos, teniendo en cuenta los marcos legales, pero los contextos y tradiciones del territorio.
Esto, explica, significa que las acciones emprendidas de recuperación de espacio público, tales como parques, vías o escenarios de eventos masivos hay que continuarlos y profundizar en su modelo de gestión, pues estos no solo contribuyen a la integración y disfrute de la ciudadanía, sino que se convierten en espacios de cuidado y mayor percepción de seguridad para sus habitantes.
El otro reto se manifiesta en términos de conectividad y transporte sostenible. Orozco dice que gran parte de los delitos de impacto en la población tienen que ver con un transporte deficitario en materia de condiciones adecuadas para minimizar el delito.
En este sentido es necesaria la articulación de una estrategia integral de transporte 'digno' y el impulso de mayores controles, acompañamiento y vigilancia en sectores vulnerables para la ciudadanía en donde el transporte es deficitario.
'La seguridad hay que tomarla desde una perspectiva integral, pues es necesaria la articulación de docentes, médicos, padres y autoridades públicas para que los hechos delictivos no tengan el impacto que ha afectado a Barranquilla y el Atlántico'.
Ricardo Plata, presidente del Comité Intergremial del Atlántico, se refirió al desarrollo económico, centrado en el agro, la pesca, el turismo y las artesanías: Puesta en marcha de políticas públicas que aprovechen las condiciones naturales, del acceso al agua del río y el canal del dique y de infraestructura vial, atrayendo inversión empresarial, dando asistencia técnica y tecnológica e incentivando propuestas que le agreguen valor a la producción del campo.