El representante barranquillero César Lorduy, de Cambio Radical, planteó este jueves enviar a algunos ministerios a las regiones con el objeto de afianzar la política de descentralización en el país, que las carteras estén más cerca de los lugares donde transcurren los asuntos que gestionan, para lograr un desarrollo más equitativo entre las regiones y la capital y, al mismo tiempo, para quitarle la congestión que en varios sentidos presenta Bogotá.
El parlamentario, que sabe que la iniciativa requiere inversión e infraestructura, entre otros, le dijo a EL HERALDO que 'ese es el costo de lograr desarrollar regiones: No podemos aspirar que por ahorrarnos costos el 90% del país siga en el nivel de desarrollo en que está sobre la base de que el poder de decisión se encuentra centralizado'.
La propuesta, agrega, 'se presentaría en marzo -cuando se inicia el próximo periodo legislativo- a consideración del Congreso. Llámese una ley orgánica y en algunos casos unas leyes ordinarias. No podría ser una reforma constitucional porque en ninguna parte de la Constitución dice que el Gobierno debe quedar en Bogotá'.
El traslado de las carteras, precisa, 'se haría sobre la base de un análisis de fortalezas y debilidades de acuerdo con las vocaciones de las regiones', y señala en este sentido que, por ejemplo, 'son más las necesidades de los Llanos Orientales o del Eje Cafetero en torno al Ministerio de Agricultura' y añade que 'el ministerio ideal para el Caribe sería el de Transporte, porque no tiene ninguna presentación que haya que viajar 2 mil kilómetros de distancia para llamar la atención acerca del desarrollo portuario'.
En cambio, considera que carteras como las del Interior y Defensa deben quedarse en Bogotá, pero no todas sus dependencias: 'No tiene lógica que desde Bogotá se atiendan en el Ministerio del Interior los asuntos indígenas y de negritudes. Todas estas comunidades tienen que ir a Bogotá para recibir una atención, cuando deberían estas oficinas estar cerca de esa poblaciones', y en el caso de Defensa: 'De la Armada depende la Dimar, que no tiene sentido que esté en Bogotá cuando tiene que ver con la seguridad marítima'.
Señaló además Lorduy que estos planteamientos se han venido haciendo desde tiempos pretéritos en el país: 'En 1974, por hablar de épocas recientes, Alfonso López, a raíz de la tragedia de Dosquebradas planteó que en Colombia la política de seguir centralizando competencias y funciones del Estado en Bogotá no podía continuar y planteó que la mayoría de las empresas del Estado y de los institutos vinculados a los ministerios deberían estar en las regiones para hacer efectiva la descentralización, y eso es lo que existe en Estados Unidos, en donde la mayoría de institutos que tienen que ver con el desarrollo de la regiones no están en Washington sino en las regiones'.
Finalmente, sobre la idea de que el país pudiese cambiar su capital, Bogotá, afirma el barranquillero que no es una propuesta suya 'sino de especialistas en desarrollo territorial y urbano, habida cuenta de las dificultades que Bogotá tiene, porque Bogotá necesita descongestionarse, y podemos pensar como Indonesia, Australia o Brasil, que han considerado el desarrollo de otra capital para atender los asuntos administrativos o legislativos. Y en Chile el Congreso no funciona en Santiago sino en Valparaiso. Aunque el Congreso por Constitución debe funcionar en Bogotá'.