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La plenaria del Senado aprobó el pasado miércoles el proyecto de ley que otorga una licencia remunerada a padres o acudientes de niños con enfermedades terminales.

El autor de la iniciativa, el senador Carlos Meisel, del Centro Democrático, le dijo a EL HERALDO que el articulado 'es un gesto humanitario, porque cuando un niño desafortunadamente atraviesa por la difícil situación y la noticia de una enfermedad terminal, lo que pretendemos es que padres o acudientes tengan 10 días al año para poder tener la atención que requiere su tratamiento'.

Agregó que lo deseable es que nadie tenga que beneficiarse de esta ley 'pero desafortunadamente la vida tiene estos momentos difíciles y lo que queremos es que cuando pase, esa familia pueda tener un alivio dentro de tanto dolor. Tener la tranquilidad de un pequeño permiso que tampoco afectará en mayor cosa la nómina de la empresa donde trabaje y así ayudamos a que ese padre organice el cuidado de la enfermedad de su hijo'.

Finalmente, el parlamentario aclaró que las enfermedades terminales están perfectamente especificadas en la Asociación Nacional de Medicina.