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Actualizar la Constitución a los nuevos tiempos, fue el principal reto que asumieron 70 delegatarios a finales del año 1990 para redactar un nuevo pacto social que le diera nuevos aires a la centenaria Carta Magna que regía los principios jurídicos, políticos y sociales de Colombia desde 1886. 

Con el pasar de los meses, la Carta Política fue suscrita el 4 de julio de 1991 y, en ese momento, recogió las visiones de los liberales, los conservadores, el M-19 y los disidentes conservadores del Movimiento de Salvación Nacional (MSN), quienes la impregnaron de derechos, deberes, diversidad, justicia, libertad e igualdad con miras a que su contenido sentara las bases de una nueva etapa en la historia reciente de la nación. 

Una publicación del Banco de la República explica que la nueva Constitución, tras ser suscrita, fue traducida a wayunaiki, nasa yuwe, guambiano, arhuaco, camentsa, inga y kubeo. 

Las principales demandas que derivaron en nuevos cambios para la constitución tuvieron su origen en el contexto social por el que venía atravesando Colombia desde la mitad del siglo XX, pero que se fueron agudizando en la mitad de la década de los 80. La sociedad colombiana estaba enfrentada de una forma directa hacia el narcotráfico y la violencia de todo tipo. 

Todos estos factores confluyeron para que se generara un escenario que permitiera la salida a esa situación. Diferentes sectores de la sociedad vieron con buenos ojos la propuesta de varios jóvenes políticos quienes manifestaban que la única salida viable era reformar la Constitución.

Es así como el 9 de diciembre de 1990, fueron convocadas las elecciones de los 70 delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, más cuatro constituyentes con voz, pero sin voto de los grupos armados que negociaban la paz con el Gobierno: EPL, Quintín Lame y PRT.